El secretario del Juzgado Federal de Río Grande, Dr. Juan Vicente, dialogó con Radio Provincia donde hizo un balance de su participación en la capacitación sobre trata de personas que organizó la Secretaría de la Mujer del Municipio de Río Grande.
Al respecto, comentó que “esto nació a raíz de un pedido de la misma Policía de Seguridad Aeroportuaria que quería tener un espacio de formación en materia de género orientado a la cuestión de la trata de personas y se comunicaron con la Secretaría de la Mujer, Diversidad y Género del Municipio quienes a su vez se comunicaron con el juzgado federal y por supuesto la jueza Mariel Borruto estuvo totalmente dispuesta a que participe en el tránsito de esta actividad porque también incluía a una fuerza de seguridad federal con la cual nosotros también trabajamos. Entonces, a partir de eso se elaboró esta propuesta, más que nada con un perfil de formación, de reflexión, de hablar de la tarea cotidiana y de poder encontrar algunos puntos de común para poder trabajar”.
Sobre los ejes principales en los que trabajaron, detalló que “se trabajó en contenidos en general de cuestiones de género que son los que se utilizan habitualmente para las capacitaciones de la Ley Micaela, contenidos muy importantes que hacen para el trabajo por supuesto de todos quienes estamos en la función pública. Después, hubo una presentación muy interesante respecto a las herramientas con las que cuenta la Secretaría de la Mujer para la asistencia, el asesoramiento de mujeres víctimas de la violencia por razones de género, que resultaron de mucha utilidad, sobre todo para que las fuerzas de seguridad, en este caso la PSA, pudiese conocerlas, difundirlas y pudiese tener a su mano la folletería adecuada”.
En este sentido, precisó que “en conjunto con también con la gente del programa de trata conversamos un poco respecto a las cuestiones que hacen puntualmente, no solamente al ley de trata sino a lo que es la complejidad, lo que engalga de la neocriminalidad de las redes de personas con una perspectiva de género, teniendo en consideración como ciertas condiciones, ciertas singularidades hacen más vulnerables a ciertos grupos de personas a ser captadas por redes de trata y estar involucradas en esta clase de delitos”.
El Dr. Vicente sostuvo que “el delito de trata de personas es un delito realmente muy complejo y esto es también lo que queríamos conversar con la gente de la PSA. La verdad es que no es un delito tan lineal; muchas veces tenemos personas que han sido explotadas sexualmente y que ha llegado a un punto con el conocimiento adquirido a partir de la explotación de la que han sido víctimas y se encuentran en la encerrona en la cual pueden quizás mejorar un poco su situación dentro de una organización dedicada a explotación la cual se le permite quizás ocupar un lugar de supervisar a otras víctimas y adquirir un estatus un poco más cómodo dentro de su organización, tener beneficios en ese marco de explotación, o incluso mujeres que han sido explotadas, abandonan esa organización por la forma que pueden y con ese conocimiento que han adquirido ellas mismas empiezan a explotar a otras mujeres”.
“Esto obviamente tiene que ver con la complejidad del texto de que se trata y en muchos casos la condición de vulnerabilidad. Hay muchas personas que están en situaciones en las cuales encuentran como única alternativa, como única posibilidad de subsistencia esto que es lo que conocen de hacer, que han sufrido y que al mismo tiempo puede repercutir para ellas, de representar una forma de subsistencia. Es emocionante, muy bueno, y es increíble el avance que ha habido en materia de condenas de trata de personas de mujeres, la feminización que algunos dicen como el narcotráfico de personas han llevado a este punto en el cual en muchos casos las caras visibles de esta organización de explotación tienen que estar en los lugares de explotación, que cumple estas funciones de arregenteo, de intermediarias, muchas veces son mujeres que en algún momento han sido explotadas y que se movilizan dentro de la organización y se hacen estas nuevas formas de explotación. Por eso es lo que hace realmente, complejiza mucho la investigación y lleva a que el mismo operador jurídico tenga que complejizar la mirada porque no es tan lineal quién comete el delito y quién es víctima en muchos casos”.
A raíz de esta situación, “primero nosotros conversamos, porque el curso es justamente tener una visión desprovista de penas morales y no pensar en este lugar donde nosotros estamos combatiendo contra un grupo perverso, estamos combatiendo con personas que no tienen escrúpulos, es cierto, pero que están buscando maximizar su ganancia; es gente que quiere obtener un beneficio, y en ese beneficio incluso hay que explotar personas, y por eso hay que tener una mirada inteligente, un pensamiento estratégico y pensar que estamos combatiendo organizaciones que tienen justamente una finalidad racional que es obtener ganancias. Entonces cuando uno empieza a pensar racionalmente qué es lo que hace alguien por obtener ganancias, cuando no tiene escrúpulos, puede abordar mejor la criminalidad. Si uno no piensa como gente mala y quiere hacer mal al resto es una lucha moral que no tiene sentido justamente la complejidad de esta mirada cual es igual a quiénes son realmente autores del delito y quienes son instrumentos para cometer el delito, muchas veces nos lleva a esto. Es decir, tanto en la trata de personas como en la narcocriminalidad, que muchas veces se toman los eslabones más débiles, que son quienes están en los lugares de explotación o son las personas que transportan drogas, por ejemplo, muchas veces son los eslabones más débiles de una cadena donde hay alguien que se está beneficiando a costa de estas personas que son quienes ponen el cuerpo por decirlo directamente”.
En relación al cambio de “paradigma” que ha tenido el desarrollo de este delito de trata de personas y el crecimiento que han tenido los denominados “privados”, el Dr. Vicente indicó que “hasta el año 2012 teníamos una modalidad que era generalmente las fachadas de lo que eran los bares o whiskerías donde supuestamente se producía la actividad en la cual iban las personas y alternaban con las víctimas que servían copas y era una fachada para el funcionamiento de los prostíbulos y cuando entre el 2012 y 2013 las provincias empezaron adherir a las leyes para prohibir estos lugares, la actividad se modificó a otro lugar en estos departamentos privados o viviendas comunes de alquiler para cualquier persona donde se realiza esta actividad y eso es lo que más podemos ver en la actualidad. Y ahí está el desafío de la investigación porque a diferencia de otras actividades, hay que aclarar que la prostitución no es una actividad ilegal; es decir, si una persona se prostituye no comete un delito. Lo que es un delito es el aprovechamiento de una prostitución de una tercera persona. El hecho de que una persona se prostituya en un departamento no es un delito en sí mismo, pero hay que investigar y es lo más complejo si hay alguien que se está beneficiando de esa prostitución y si de algún modo esa explotación afecta a la libertad de la persona”.
Por último, y teniendo en cuenta esta complejidad que tiene el delito, remarcó que “sucede que hay llamados al abonado 101 que son llamadas anónimas donde indican que vieron que en tal lugar por los movimientos que hay sospechan que hay un prostíbulo y a partir de eso se da una investigación. Establecer si se ejerce la prostitución de manera particular o individual o si hay una explotación no debería ser tan difícil porque uno puede averiguar si esa persona se prostituye a beneficio propio o si hay una persona que regentea el lugar. En Tierra del Fuego teniendo en cuenta nuestras condiciones de lejanía, es muy difícil que una persona venga del norte del país, viaje tres mil kilómetros para alquilar un departamento y prostituirse por su cuenta. Generalmente hay alguien que ha hecho esto contacto que ofrece esta posibilidad laboral que sabemos que no lo es. Es muy poco probable por las características de Tierra del Fuego tengamos personas que por su propia cuenta se prostituyan por su cuenta. Tenemos causas en investigación y todos los meses tenemos una o dos denuncias por trata de personas que son investigadas. Si bien en los últimos tiempos no tenemos la cantidad de causas que teníamos durante el 2015 al 2018, todavía seguimos teniendo investigamos todos los meses”.
Compartinos tu opinión