A 13 años de haber sido hallada degollada y con 23 puñaladas en el departamento del barrio porteño de Balvanera que alquilaba y en el marco de un proceso judicial con varias idas y vueltas, el próximo lunes comenzará el juicio oral por el homicidio de Marianela Rago Zapata, la estudiante de periodismo fueguina asesinada en 2010, y que tendrá a su exnovio, Francisco Amador, como único imputado.
El debate comenzará a las 10 ante el Tribunal Oral en lo Criminal 29, en el edificio judicial de Paraguay 1536 de la Capital Federal, donde las audiencias se harán y están programadas para todos los lunes hasta el 13 de noviembre.
Amador (36) llegará a juicio en libertad y acusado de "homicidio simple" -con pena de 8 a 25 años de prisión-, ya que la figura del "femicidio" que se castiga con prisión perpetua, recién se incorporó al Código Penal a partir de 2013.
Será defendido por el abogado Luis Ricca y se espera que el imputado declare para ratificar sus indagatoria durante la instrucción, donde siempre se desvinculó del crimen.
Los jueces que integrarán el TOC 29 para el debate son Juan María Ramos Padilla, Rodolfo Goerner y Hugo Navarro.
La acusación estará a cargo del fiscal general Sandro Abraldes, uno de los que en 2015 logró la prisión perpetua del portero Jorge Mangeri por el femicidio de Ángeles Rawson y que el año pasado actuó en el juicio en el que por lesiones fue condenado a 4 años de prisión -en un fallo a confirmar-, el cirujano plástico Aníbal Lotocki, ahora investigado por la muerte de la modelo Silvina Luna.
A su vez, la familia Rago Zapata estará representada en el juicio por los abogados Esteban Galli y María de la Paz Herrera, del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delito de la Defensoría General de la Nación, a cargo de Pablo Rovatti.
Detalles del caso
Marianela tenía 19 años, era oriunda de la ciudad fueguina de Río Grande, pero vivía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires porque estudiaba periodismo en ETER, y su crimen se descubrió el 28 de junio de 2010, cuando su hermano Matías fue a ver qué pasaba en el departamento 7A que la chica alquilaba en la calle Tucumán 2080, en Balvanera.
Es que el joven estaba preocupado porque el día anterior Marianela no había asistido a ver con amigos el partido en el que el seleccionado argentino le ganó al de México por 3 a 1, por los octavos de final del mundial de Sudáfrica 2010.
La estudiante yacía en el piso del living y, según la autopsia, murió degollada y quien la asesinó le aplicó además 23 puñaladas con una cuchilla que desapareció del cajón de la cocina de la casa.
El asesino también se llevó un juego de llaves, dos celulares, una notebook, un reproductor de MP3, otro de DVD y una cámara de fotos.
En base a prueba indiciaria y antecedentes de violencia y maltrato que hubo en la pareja, el fiscal Abraldes y la familia Rago intentarán llegar a una condena y defender en el juicio la convicción que siempre tuvo la fiscal de instrucción Marcela Sánchez respecto de que Amador fue el asesino.
La madrugada del domingo 27 de junio de 2010, Marianela había organizado en su casa una "previa" a la que sus amigos del sur fueron a jugar a las cartas antes de ir a un boliche, "El Barvaro", en ese momento ubicado en Cabrera y Anchorena de Palermo, donde la vieron por última vez a las ocho de la mañana.
Amador, un técnico informático también oriundo de Tierra del Fuego pero que también vivía en CABA, se transformó en sospechoso cuando el círculo de la víctima contó una serie de episodios de maltrato del pasado.
El exnovio fue detenido, le allanaron la casa, le secuestraron ropas y se declaró inocente.
Al menos cinco evidencias del posible autor del crimen de Marianela Rago Zapata fueron halladas en la escena pero al ser comparadas con el imputado Francisco Amador y con otros sospechosos, siempre se obtuvo un resultado negativo.
La siguiente es la nómina de las evidencias a las que la Justicia nunca le pudo poner nombre y apellido:
1) ADN masculino en una colilla de cigarrillo: está identificada en la causa como "1C" y no coincide con el perfil genético de ninguno de los amigos de Marianela que estuvieron en la "previa" en su departamento.
2) ADN masculino en un porro de marihuana: fue levantado en el piso del departamento. Tenía un perfil mezcla femenino de Marianela y de un NN masculino. Los amigos que estuvieron en la casa aclararon que fumaron marihuana pero en una pipa de madera que quedó sobre la mesa del living porque no tenían papel para armar. Para los investigadores pudo haber sido compartido por la víctima y su asesino, antes del crimen.
3) Una huella dactilar en una lata de gaseosa "Paso de los Toros" sabor pomelo: los peritos encontraron en el departamento y la impronta dactilar no coincide con la de ninguno de los sospechosos ni las personas conocidas que estuvieron en la casa de Marianela. Los testigos también dijeron que nadie bebió esa lata de gaseosa durante la "previa".
4) Una pisada de un zapato de trabajo: los físicos del Instituto Balseiro, de Bariloche, la descubrieron en un trozo de la alfombra del living en la escena del crimen. Se trata de una pisada de una suela antideslizante correspondiente a un calzado de trabajo o una bota de goma y de acuerdo a la pericia sería de cuando la sangre aún estaba fresca.
5) Una remera con manchas de sangre: es verde, talle XXL y marca Soho. El laboratorio no pudo obtener un perfil genético cotejable.
En tanto, otro misterio no develado es cómo llegó a un colectivo de la línea 132 el chip de uno de los celulares robados por el asesino a la víctima, línea que fue reactivada en otro celular, perteneciente a un empleado de limpieza que estuvo un días detenido hasta que dijo que lo había encontrado tirado en el piso de uno de los micros y recuperó la libertad.
Entre 2013 y 2018, la jueza de instrucción Karina Zucconi sobreseyó a Amador en cinco oportunidades al creer que no había pruebas para incriminarlo y que en el departamento de la víctima se hallaron rastros del posible asesino -algunos ADN, una huella en una lata de gaseosa y una pisada-, que fueron cotejados con él y otros sospechosos, y en todos los casos el resultado fue negativo.
Pero la fiscal Sánchez apeló una y otra vez y finalmente, en 2018, la Sala VI de la Cámara del Crimen procesó a Amador en forma directa en base a una nueva data de muerte, al pasado violento del acusado y a lesiones que presentaba y podrían haber sido producidas por la víctima en su defensa.
Siempre se creyó que Marianela había sido asesinada durante la mañana del 27, cuando regresó del boliche, pero una Junta Médica estableció como nuevo horario del crimen el lapso entre las 19.10 de ese domingo y las 7.10 del 28.
Si bien el acusado mantuvo su coartada para la madrugada y la mañana del 27, los camaristas sostuvieron en su fallo que "se desconoce de manera certera qué hizo y dónde estaba Amador en la franja horaria del día en el que aconteció el evento".
También remarcaron que en la casa de Amador se hallaron recién lavados una remera y un pantalón de corderoy con una pequeña mancha de sangre en un bolsillo -su análisis no arrojó resultados-, y que se le secuestraron dos cuchillos que podrían ser compatibles con el arma homicida.
Como posible móvil, la Sala VI indicó que el propio Amador "reconoció que antes de romper su relación amorosa tenían discusiones fuertes, sobre todo en el último mes", y que en su último encuentro con la víctima -tres días antes del crimen-, Marianela "le contó que salía con otra persona".
En abril del año pasado, se supo que Amador fue denunciado ante la Justicia de Tierra del Fuego por violencia de género por una mujer con la que inició una relación y tuvo un hijo, a partir de lo cual un Juzgado de Familia y Minoridad de Río Grande dictó desde abril de 2021 una prohibición de acercamiento.
La madre de Marianela Rago aseguró estar convencida de que el exnovio de su hija fue el autor del femicidio y espera que en el debate "se haga justicia".
"Tenemos muchas expectativas con el juicio tanto la familia como los amigos. Hemos estado 13 años esperando por esto y esperamos que se haga justicia por Marianela", dijo Patricia Zapata a Télam, quien al igual que su hija es oriunda de la ciudad fueguina de Río Grande, pero esta semana viajó especialmente a Buenos Aires junto a su otro hijo, Matías, para el inicio del juicio oral.
"Hemos llegado a esta instancia muy fuertes a pesar del dolor, y creemos que esta vez sí se va a hacer justicia", remarcó la mujer que, al igual que el hermano de Marianela, será una de las testigos del debate.
Tal como ya había declarado públicamente en otras oportunidades, Zapata apuntó nuevamente contra Francisco Amador como presunto autor del asesinato, no cree que surja otra hipótesis en el debate.
"Yo creo que Amador es quien mató a mi hija. No sé si va a salir alguna otra prueba. Yo creo esto fue un femicidio, más allá de que por la fecha en la que mató a Marianela, no estaba aún sancionada la ley. Pero ha sido un femicidio evidente y contundentemente todo va hacia Amador", afirmó.
La mujer también es consciente de que cabe la posibilidad de que Amador -sobreseído en cinco oportunidades a lo largo de la historia de la causa, pero vuelto a procesar hasta llegar al juicio-, sea absuelto.
Al respecto, reflexionó: "Si esta persona por alguna razón quedara libre y sin recibir una pena, igual esperamos que este juicio y esta visualización del caso de 'Marian' sirva para que ninguna mujer tenga que sufrir maltrato y para que especialmente él no le haga más daño a otra mujer".
Por último, Zapata señaló: "Tenemos muchas expectativas, estamos con muchas energías, pero también nos bajoneamos por recordar todo. Queremos que esto termine y que podamos recordar a Marianela con su sonrisa y la belleza que tenía".
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