Desde diferentes organizaciones manifestaron la necesidad de preservar el destructor ARA Santísima Trinidad. Fue construido en el Astillero Río Santiago de la vecina localidad de Ensenada y se utilizó durante la Guerra de 1982 en las islas Malvinas.
Por un decreto presidencial, se ordenó su desguace, pero las organizaciones piden que se conserve y se restaure para poder utilizarlo como un buque escuela. En este sentido, piden que sea declarado como “Patrimonio cultural”.
“Nos parece fundamental remarcar su valor histórico e industrial. La Santísima Trinidad es una fragata misilística que dio cobertura antiaérea y antisubmarina al buque Cabo San Antonio, al transporte naval Cabo de Hornos, al submarino Santa Fe y a toda la flota movilizada en Malvinas”, manifestó en diálogo con diario Hoy Laura Barrionuevo, presidenta de la agrupación Social 21.
En ese orden, convocaron a una movilización al Ministerio de Defensa para manifestar el rechazo a que se desarme y reforzar el pedido de darle un nuevo uso al histórico destructor.
“Desguazar la Santísima Trinidad es borrar un pedazo de nuestra historia y la desmemoria permite sembrar dudas sobre lo evidente: Argentina puede y debe recuperar su industria nacional para crear puestos de trabajo genuinos en el país”, sostuvo Barrionuevo.
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