l gobierno argentino volvió a presentar una enérgica protesta al Reino Unido por la realización de maniobras militares en las Islas Malvinas, a las que definió como “escandalosas”.
En una nota enviada al gobierno de Boris Johnson, la Cancillería transmitió su malestar por los ejercicios Cape Bayonet y consideró que se trata de “una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales”.
La nota firmada por el canciller Felipe Solá recuerda que la comunidad internacional instó reiteradamente a los gobiernos de la Argentina y de Gran Bretaña a “reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países en la cuestión de Malvinas”.
“El Gobierno argentino tiene conocimiento de que en tales ejercicios intervienen diferentes fuerzas británicas que forman parte del despliegue militar de ocupación ilegal por parte del Reino Unido en las Islas Malvinas. Ante estos hechos escandalosos, el gobierno argentino ya remitió al gobierno británico una contundente nota de protesta”, informó la Cancillería.
La queja formal se suma a otros reclamos recientes, como el formulado por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, quien el mes pasado denunció que el gobierno de Gran Bretaña frena todavía hoy, casi 40 años después de la Guerra de Malvinas, los intentos de compra de material para el reequipamiento militar que realiza nuestro país.También el canciller Solá renovó hace algunas semanas ante el Comité de Descolonización de la ONU, en Nueva York, el reclamo de la Argentina por la soberanía sobre Malvinas. Dijo que había una “militarización injustificada” en las islas.
“Persistencia británica”
La nota de protesta presentada por el gobierno de Alberto Fernández señala que la persistencia del Reino Unido en la realización de ejercicios militares en el Atlántico Sur “contraviene específicamente la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que insta a ambas partes a que se abstengan de adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la situación mientras las Islas están atravesando por el proceso de negociación por ella recomendado”.Afirma, además, que la presencia militar “contradice también la resolución 41/11 de la Asamblea General, que “exhorta a los Estados de todas las demás regiones, en especial a los Estados militarmente importantes, a que respeten escrupulosamente la región del Atlántico Sur como zona de paz y cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar”.
Y advierte que “la alegada condición defensiva de la base militar británica en el Atlántico Sur no solo es totalmente injustificada, sino también representa una amenaza para toda la zona”.
Tras la presentación de la queja formal, el canciller Solá declaró que “el gobierno argentino “reafirma una vez más su soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes que forman parte integrante del territorio nacional de la República Argentina”. Declaró que esos territorios están “ilegítimamente ocupados por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y son objeto de una disputa de soberanía reconocida por las Naciones Unidas”.
En tanto, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus, dijo que “los ejercicios británicos violan todas las recomendaciones aprobadas por las Naciones Unidas y por los acuerdos de los países con costas en el Atlántico Sur.
Compartinos tu opinión