Las capturas de calamar loligo que en aguas de nuestras islas Malvinas -con licencias de los usurpadores británicos- depreda la flota de Galicia (España), alcanzaron este año la cifra de 95.620 toneladas, la segunda mayor cantidad de la historia, sólo superada por las 98.409 toneladas de la temporada de 1995.
El fabuloso producto de pesca que en el Atlántico Sur obtienen en Galicia, ante la pasiva mirada de las autoridades argentinas, incluso en el puerto ofrece una singular bonanza a la economía regional de esa zona de España.
El calamar argentino fresco, congelado o en conserva exhibe exorbitantes cifras de un negocio que a esta altura es clave para la economía sobre todo de la ciudad de Vigo, en cuyo puerto amarra la mayor parte de la flota. Según un periódico vigués, sólo la actividad con el calamar loligo de Malvinas asegura trabajo continuo y registrado a 33.000 operarios.
La cifra provisional que autoridades portuarias manejan este año para todo lo relativo a la pesca del calamar en el puerto de Vigo, alcanzará la friolera de 2.500 millones de euros. La astronómica cifra récord, incluso a pesar de la pandemia, revela que el polo depredador goza de excelente salud y ya constituye un pilar de la economía viguesa, comparable según expertos al rédito que produce la industria automotriz local.
El presidente de la Cooperativa de Armadores, Javier Touza, se jacta de que los abultados números ponen la pesca de Vigo “en su sitio”, y los adscribe en la feroz competencia que sostienen con puertos del mar Cantábrico. “Los 2.500 millones que genera el sector entre todas sus modalidades dan buena cuenta de la realidad”, se vanagloria el gallego.
La Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo (ARVI) tiene sede en los muelles de O Berbés, y está conformada por unas 200 empresas, entre las que se cuentan aquellas “de gran altura” que son las que explotan exclusivamente el caladero de calamar de Malvinas.
Esos buques ya retornaron al puerto de Vigo en forma escalonada. Tras la descarga de las capturas en los muelles logísticos de Frialia, las armadoras se aprestan a, durante el descanso navideño, reparar sistemas y equipamiento. En definitiva, a aprontar todos los detalles para darle continuidad a la desmesurada depredación, frente a nuestras costas y en derredor de nuestras islas, del preciado recurso pesquero que si fuera explotado por su legítimo poseedor, Argentina, generaría ingentes y muy necesarios ingresos.
Fuente: agendamalvinas.com.ar.
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