El destino final del buque Santísima Trinidad seguirá sin definirse. La Cámara Federal de Bahía Blanca ratificó la medida cautelar que frenó el proceso de desguace del ex destructor, el primero en desembarcar en Malvinas el 2 de abril de 1982. La búsqueda de compradores del navío como chatarra se había iniciado en diciembre del año pasado a través de un decreto presidencial.
El proceso se encargó a la Armada luego de que se realizaran gestiones con varios municipios para convertir al buque insignia de esa fuerza en museo. La misma intención tiene la Fundación 20 de noviembre, que presentó un amparo a mediados de este año y logró detener su puesta en venta. Se lo concedió el juez federal 1 Walter López Da Silva, el pasado 23 de septiembre.
Contra esta decisión, se presentó una apelación ante la Cámara Federal bahiense, con varios argumentos. Entre ellos, que el deterioro de la nave se agravó y “resulta irrazonable continuar manteniéndola a flote en condiciones seguras por mucho más tiempo”, argumentó el abogado oficial.
El Santísima Trinidad permanece desde 2015 en la base naval de Puerto Belgrano, donde tuvo que ser reflotado luego de escorarse dos años antes. Según la Armada, la posibilidad de un nuevo hundimiento “aumenta día a día” y el costo de mantenimiento diario para el Estado “es altísimo”. Citó en la presentación que su reflotamiento insumió $ 3.284.848 en aquel momento.
“Su estado no es el mismo que el de hace seis años, su deterioro ha aumentado, encontrándose en un estado irrecuperable y representa actualmente un peligro concreto para la vida humana, para el comercio y para el medio ambiente, de seguir en el estado en que se encuentra” se advirtió en la apelación.
Finalmente, para el Estado, la Fundación que inició el proceso legal contra el desguace, no se encuentra en condiciones de ocuparse del buque. Esa entidad había solicitado la guarda y protección de la nave, para su “restauración y puesta en valor como museo y patrimonio histórico de los argentinos”.
Tras considerarse “en óptimas condiciones” para llevar adelante esa tarea, la Fundación pidió la aplicación de la ley 25197 del régimen de registro del patrimonio cultural.
Al respecto, la justicia requirió la opinión de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, que depende del ministerio de Cultura de la Nación, encabezado por Tristan Bauer, ganador del premio Goya por su pelicula Iluminados por el Fuego, sobre Malvinas.
“Estamos ante la oportunidad de avanzar en la identificación, análisis y declaratoria, con carácter de urgencia, de todos aquellos bienes que guardan relación significativa con el conflicto y su memoria para proponer una declaratoria de conjunto, con el conocimiento y participación en el caso del ministerio de Cultura y del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto” respondió el organismo, a pedido del juez López Da Silva.
Esta postura fue uno de los argumentos utilizados por la Cámara Federal de Bahía Blanca, para rechazar la apelación y mantener frenado aún el proceso de desguace del buque. Sin la suspensión de los efectos del decreto 1017/2020, los jueces Leandro Picado y Pablo Larriera entendieron que la Administración podría proceder a la venta y destrucción del buque.
“El interés público a ponderar no siempre es el que persigue la Administración, sino el que representa el interés de la comunidad, siendo este último mayor en este caso, atento a que lo que se intenta es resguardar, cautelarmente, la existencia de un bien que puede ser considerado patrimonio cultural de la Nación, interés que trasciende los motivos económicos brindados por la demandada” destacaron los camaristas en su fallo.
A favor de la apelación del Estado y contra la medida cautelar, se había expedido el fiscal general Horacio Azzolin. Sobre la intención de darle al ex destructor un destino de museo, los jueces remarcaron que el mismo interés demostró el Estado al realizar “múltiples tratativas con autoridades municipales con ese fin” remarcaron, citando uno de los argumentos oficiales.
Respecto de los alcances de su decisión, los jueces explicaron que suspende la ordenar de enajenar el buque. "Por lo que el navío deberá permanecer en el mismo estado en que se encuentra actualmente, amarrado en la base naval Puerto Belgrano, hasta tanto se resuelva el fondo de la presente” fallaron. En cambio, el portaviones 25 de Mayo hace años que fue vendido y desguazado en La India.
Fuente: Clarín.
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