La imagen de la cara de Rolando Máximo Pacholczuk -junto a la de otros 14 excombatientes de La Plata caídos en Malvinas- circula por la capital bonaerense a bordo de las líneas de transporte interurbano, a modo de homenaje, al cumplirse 40 años del conflicto.
Ese ejercicio de memoria continúa construyéndose públicamente este martes, con un acto reparatorio en el que el Gobierno bonaerense y los directivos de una escuela secundaria modificarán su legajo de estudiante.
Es que allí hasta hoy consta que Rolando "había abandonado" los estudios, cuando en realidad se encontraba movilizado en el frente de batalla.
"De ninguna manera debe figurar en su legajo, cerrado por acto administrativo, que Rolando dejó los estudios. No los dejó. No pudo terminar la escuela secundaría porque se lo truncó la guerra, por esta locura bélica en que nos metieron las Fuerzas Armadas de ese entonces", afirmó el vicepresidente del Cecim La Plata, Hugo Robert.
El excombatiente recordó en una charla con Télam que Rolando "quería ser contador, como lo era su papá". Al momento de ir a la guerra, estudiaba perito mercantil en la Escuela Comercial de La Plata, donde cursaba cuarto año.
"Tuvo una vida familiar muy difícil, previa a Malvinas, pero se lo notaba con una gran educación. Tenía muchos conocimientos de música y de literatura. Hasta el último día hicimos una buena dupla, me he divertido mucho con el "Ruso". Era un tipo muy arriesgado para conseguir comida, él sufrió mucho el hambre, habrá perdido 20-25 kilos en la Guerra", relató.
Hugo y Rolando fueron compañeros "de trinchera, esa suerte de tumba para dos", a "800 metros de Monte Longdon".
Según recuerda Hugo, Rolando "estuvo toda la Guerra con un fusil que nunca disparó" porque "desde la primera prueba de tiro estuvo inutilizado".
"Cuando hicimos la prueba de tiro, su FAL no disparaba. Toda la guerra estuvo Rolando esperando que le reemplazaran el arma o se la corrigieran y nunca sucedió", lamentó.
De acuerdo con los testimonios, tras resultar herido el 14 de junio de 1982, lograron evacuarlo a bordo del buque Almirante Irízar y falleció durante la travesía hacia el continente dos días después, a raíz de las graves lesiones sufridas en combate.
"Rolando es el último muerto de la guerra. A él lo hieren el 14 de junio. Lo llevamos al puesto de socorro y es evacuado de Puerto Argentino, muere a bordo del Almirante Irízar y es uno de los pocos, sino el único, soldado herido en combate que está enterrado en el continente. Está enterrado en la ciudad de Mar del Plata, de donde era su familia", explicó Robert a esta agencia.
La reparación de su legajo educativo "será muy importante para la familia de Rolando", analizó Robert. Y se esperanzó: "Sería bueno también que, en algún momento, las autoridades de la Dirección General de Educación de la provincia de Buenos Aires le pudiera otorgar el título post mortem a Rolando".
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