El presupuesto destinado a la educación en Argentina sufrió una caída significativa del 40% en 2024 en comparación con el año anterior, de acuerdo con el Observatorio de Argentinos por la Educación. Esta reducción afectó principalmente los fondos asignados a la función “Educación y Cultura” en el presupuesto nacional, y el ajuste fue aún más marcado en los recursos de la Secretaría de Educación, con una disminución del 43% en términos reales.

Este recorte supera el ajuste general del gasto público, que fue del 21,1%. La situación es preocupante, ya que no se espera una recuperación sustancial para 2025, según las proyecciones presupuestarias. Aunque el próximo año se prevé un aumento en los recursos, no alcanzarán los niveles de 2023, con una mejora estimada del 0,65% para “Educación y Cultura” y un 6,87% para la Secretaría de Educación.

La caída en la inversión educativa no tiene precedentes en los últimos 40 años de democracia, comparable solo con el ajuste de 1992 cuando las escuelas secundarias y los institutos terciarios fueron transferidos a las provincias. En 2024, áreas clave como el programa Conectar Igualdad y el fortalecimiento de infraestructura escolar sufrieron caídas del 71% y 64%, respectivamente. Además, el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) fue eliminado, representando una reducción del 93% en este rubro.

A pesar de la caída en la educación, otras áreas del Estado como Trabajo e Inteligencia vieron incrementos significativos en sus presupuestos. Asimismo, el porcentaje del presupuesto nacional destinado a educación disminuyó del 7,3% en 2023 al 5,5% en 2024, y se espera que continúe bajando.

Por último, el informe destaca que los fondos para las universidades caerán un 30% en 2024, lo que ya ha generado movilizaciones y protestas. La educación básica ha sido la más afectada, a pesar de las promesas de priorizarla. En 2025, las universidades recibirán 66,5% del presupuesto educativo, mientras que las escuelas y jardines seguirán dependiendo principalmente de los fondos provinciales.