Así se desprende de los datos difundidos por el INDEC este jueves. En el primer semestre del año, la pobreza trepó al 52,9 por ciento y la indigencia al 18,1 por ciento. Las políticas implementadas por el Gobierno nacional incrementaron un 11,2 por ciento los niveles de pobreza y más de cuatro millones de argentinos cayeron en la indigencia durante el primer semestre.
De acuerdo al informe elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dado a conocer en la tarde de este jueves, el Índice de Pobreza alcanzó al término del primer semestre del 2024 al 52,9%, por encima del 41,7 % de finales del año pasado, y del 40,1% de enero-junio del 2023.
Asimismo, el Índice de Indigencia, que tiene en cuenta los pobres cuyos ingresos no son suficientes para comprar la cantidad mínima de comida que permita la subsistencia, se ubicó en 18,1%. A fines del año pasado el índice era del 11,9%, y entre enero y junio del 2023 se ubicaba en 9,3%.
De acuerdo con este relevamiento y partiendo como base de una población de 46 millones de personas, 24,3 millones son pobres, y de ellas, 8,3 millones (casi 1 de cada 5 argentinos) no cuentan con los recursos para para procurarse la comida que garantice la subsistencia.
La política de ajuste fiscal, despidos de trabajadores del Estado nacional, paralización de la obra pública, recorte en el envío de fondos a las provincias, enfriamiento de la economía y del consumo interno con la correspondiente pérdida de fuentes laborales (en síntesis, la famosa motosierra implementada por el presidente Javier Milei) queda reflejada en los números dados a conocer por el INDEC.
El panorama es aún más preocupante entre los niños y jóvenes. La indigencia alcanza al 27% de los chicos de hasta 14 años, pero los más afectados son los que están en el rango de entre 12 y 17 años, donde sube a 29,4 por ciento.
En cuanto al análisis por regiones, el informe refleja que el Gran Resistencia (Chaco) es el más afectado, con el 38,6% de la población que sobrevive sin cubrir las necesidades básicas alimentarias. Detrás se ubican Concordia (26,4%), Santiago del Estero-La Banda (22,9%), el Conurbano bonaerense (22,7%) y Formosa (19,8 por ciento). Solo dos centros urbanos se mantienen con una indigencia de un dígito son el Gran San Luis y la Ciudad de Buenos Aires.
Entre finales del año pasado y junio de este año la inflación alcanzó al 79,8%, y si bien el Índice de Salarios se incrementó un 84,3% en el primer semestre, no todos los trabajadores tuvieron el mismo aumento.
Solo las personas en relación de dependencia registradas del sector privado tuvieron un aumento por encima de la inflación, con un alza del 93,6%, mientras que los ingresos de los empleados públicos aumentaron 73,3% y lo de los trabajadores de la economía informal, el 69,8%, informó el organismo.
Todo esto es consecuencia de la política económica libertaria que provocó una caída de actividad general del 3,2%, y la tasa de desocupación pasó del 5,7% de finales del 2023, al 7,6% al terminar a finales de junio.
LA SITUACIÓN EN TIERRA DEL FUEGO
El informe del INDEC midió los niveles de pobreza a indigencia en 31 aglomerados urbanos, entre los que se incluyen Ushuaia-Río Grande, en Tierra del Fuego.
Los datos revelan que la pobreza en hogares alcanzó al 36,7% y en personas, al 48,6%, durante el primer semestre. Mientras tanto, la indigencia se ubicó en 7,5% y 10,5%, respectivamente. De esta manera, 86.677 fueguinos son pobres y 18.672, indigentes.
En ambos casos (pobreza e indigencia), los índices están por debajo de las estadísticas a nivel nacional.
Otra de las diferencias con respecto a los índices de la Nación está dada por el incremento de los salarios de los trabajadores registrados. Mientras en el país solo los empleados privados tuvieron incrementos por encima de la inflación, en Tierra del Fuego tanto privados como trabajadores del sector público lograron aumentos por encima del índice inflacionario en lo que va del año. No así los trabajadores del sector informal.
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