Actualmente, circulan 113,8 millones de ejemplares del billete que lleva la imagen de Juan Bautista Alberdi, representando apenas el 1% del total de pesos en circulación. Este bajo porcentaje contrasta con los 5.425 millones de billetes de $1.000, que constituyen casi la mitad del efectivo disponible.
A pesar de su reciente incorporación, el billete de $20.000 ha perdido un 45% de su poder de compra desde su lanzamiento en enero de 2024. Hoy, para igualar el valor que tenía entonces, sería necesario un papel de aproximadamente $37.000. Esto refleja el impacto de la inflación, que actualmente ronda un 2,7% mensual.
El desafío del Gobierno, según los expertos, es equilibrar la necesidad de billetes de mayor denominación con la implementación de medios de pago digitales como NFC y contactless, que buscan facilitar las transacciones y reducir la dependencia del efectivo físico.
Mientras tanto, el billete de $20.000 sigue siendo una herramienta importante para optimizar el uso de dinero en cajeros automáticos y disminuir la cantidad de ejemplares necesarios en cada operación. Sin embargo, analistas advierten que un billete de $50.000 sería ideal para mejorar la fluidez del sistema financiero.
Por ahora, el enfoque oficial se centra en garantizar una mayor circulación de los billetes de $20.000 durante la primera mitad de 2025, posponiendo decisiones sobre nuevas denominaciones hasta consolidar este ajuste en el sistema.
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