En tanto 6 de cada 10 niños argentinos sufren inseguridad alimentaria, en el país se tiran a la basura 16 millones de toneladas de comida cada año, lo que equivale al 12,5% de toda la producción nacional.
Y, lo que es más grave aún, casi la mitad de las frutas y verduras (45%) que se cosechan nunca llega a los consumidores, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca de La Nación.
Inseguridad alimentaria significa que los niños no cuentan con la cantidad y calidad de alimentos recomendados.
"El volumen de alimentos que se desperdician por año en nuestro país equivale a lo que consumen 24 millones de personas durante 365 días”, explica Santiago Ramos, presidente de Bancos de Alimentos ARGENTINA, asociación civil sin fines de lucro que agrupa a los Bancos de Alimentos del país.
Programas alimentarios
Para colmo, pese a que están vigentes programas alimentarios, más de 160 comedores comunitarios aseguran que siguen sin recibir ni comida ni fondos desde diciembre.
El juzgado de Sebastián Casanello se presentó la semana pasada en la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, perteneciente al Ministerio de Capital Humano, en el marco de la causa por la falta de reparto de alimentos y frazadas, apilados en los depósitos de Villa Martelli y Tafí Viejo en Tucumán.
Habían sido objetadas más de mil toneladas de leche en polvo y más de 4 mil de harina de maíz, entre otros productos que debían distribuirse a familias en situación vulnerables, muchas de ellas que asisten a comedores y merenderos.
Asimismo, la semana pasada ya habían tenido la inspección de otro operativo judicial, en ese momento impulsado por Ariel Lijo, por 12 mil toneladas de yerba adquiridas por el gobierno anterior que habrían sido encontradas en situación de precariedad, por ejemplo con excremento de animales.
Cruce de denuncias
El dirigente Juan Grabois, denunciante en la causa, afirmó en sus redes: "Nuevo fallo contra la incumplidora serial Sandra Pettovello por dejar a los pibes sin comer y ocultar pruebas. Siguen jugando con el hambre de los chicos y delinquiendo alegremente".
Hay casi seis millones de kilos sin haber sido entregados. Desde el 26 de julio, 10 provincias ya retiraron entre el 46 y el 100% de la mercadería comprometida a través de los convenios firmados por Catamarca, Chaco, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Misiones, La Rioja, Corrientes y Entre Ríos.
Otros 11 distritos también rubricaron compromisos con el Gobierno: Buenos Aires, Mendoza, Chubut, La Pampa, Jujuy, Córdoba, Ríos Negro, CABA, Neuquén, Santa Fe y Tucumán.
Recién a partir de este mes se repartirán otros 2.778.015 de kilos de alimentos a las provincias para emergencia alimentaria, según Índice de Carencias Múltiples (ICM), es decir la vulnerabilidad de la población según la geografía de cada lugar.
Bancos de Alimentos
En 2023, Bancos de Alimentos recuperó más de 16 millones de kilos de alimentos, de los cuales el 68% tenía alto valor nutricional, como lácteos, frutas, verduras, legumbres, huevos y carnes, lo que se tradujo en 46 millones de platos de comida para más de un millón de personas, distribuidos a través de casi 4.500 organizaciones sociales, con un 70% de beneficiarios siendo niños y adolescentes, según lo publicado en el medio especializado Visión Sustentable.
El impacto ambiental también es significativo: gracias a la recuperación de frutas y verduras, se evitaron emisiones de más de 2 millones de kilogramos de gases de efecto invernadero y se ahorraron más de 14 millones de metros cúbicos de agua.
“Por un país sin hambre”
Datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dan cuenta que el 41,7% de la población vive por debajo de la línea de pobreza, un aumento significativo respecto de años anteriores.
De este total, un 8,7% se encuentra en situación de indigencia, sin acceso a alimentos básicos.
Los 20 Bancos de Alimentos de todo el país agrupados reúnen el esfuerzo de más de 14 mil voluntarios por año; rescatan alimentos que perdieron valor comercial pero siguen siendo aptos para el consumo humano, conservando su valor nutricional.
“Los Bancos de Alimentos nos encargamos de rescatar, clasificar y distribuir en organizaciones sociales estos alimentos que perdieron su valor comercial para que luego se conviertan en platos de comida destinados a quienes más lo necesitan. Somos la organización de la sociedad civil líder que trabaja por garantizar la seguridad alimentaria mediante el recupero de alimentos. Buscamos generar alianzas estratégicas para promover sistemas alimentarios sostenibles y fortalecer a los bancos de alimentos para reducir el problema del hambre en el país”, explica Ramos.
La campaña “Hagamos que suene” fue creada para dar a conocer, por un lado la brutal paradoja de nuestro país, en el que millones de personas sufren inseguridad alimentaria mientras miles de toneladas de alimentos nutritivos se desperdician, impactando negativamente en el ambiente y, por el otro, la importancia del trabajo en red de los Bancos de Alimentos que, de la mano de empresas aliadas y organizaciones sociales, recuperan y distribuyen los alimentos a quienes más lo necesitan.
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