
El gobierno de Javier Milei ha implementado cambios significativos en el proceso de compra y venta de autos usados en Argentina, con el objetivo de agilizar los trámites y reducir la burocracia. Entre las modificaciones más importantes, se destaca la eliminación del requisito de libre deuda de patentes y multas para la transferencia de vehículos.
Anteriormente, este documento era necesario para garantizar que no existieran deudas pendientes sobre el automóvil antes de concretar la venta. Con la nueva normativa, el comprador y el vendedor podrán gestionar estos compromisos de manera independiente, sin que interfieran en la transferencia del vehículo.
Además, el gobierno ha impulsado la digitalización de los trámites, facilitando la inscripción y registro de vehículos a través de la plataforma Registro Único Nacional Automotor (RUNA). Aunque inicialmente este sistema está disponible solo para motos, se espera que en el futuro se extienda a autos 0 km. Con esta herramienta, los concesionarios podrán registrar vehículos sin necesidad de recurrir a las oficinas del Registro del Automotor.
Otro cambio relevante es la modificación en la documentación obligatoria para la venta de autos usados. La cédula verde, por ejemplo, ya no tendrá fecha de vencimiento, eliminando una barrera administrativa que solía retrasar las operaciones de transferencia.
El proceso de digitalización también ha traído consigo el cierre de más de 150 sedes del Registro del Automotor en todo el país, en línea con la política gubernamental de optimización de recursos y reducción de costos. Asimismo, se ha ajustado el arancel de inscripción de vehículos en la plataforma digital, estableciéndose en un 0,8% del valor del automóvil, en comparación con el 1% que se aplicaba en los registros tradicionales.
Si bien la implementación del RUNA aún presenta algunas limitaciones, como su incompatibilidad con vehículos prendados o inscriptos bajo ciertos contratos, se espera que estas restricciones sean ajustadas en el futuro. Mientras tanto, el sistema tradicional seguirá operando en paralelo, permitiendo a los usuarios elegir entre ambos métodos según sus necesidades.
En términos económicos, los cambios en los costos de inscripción han resultado en ahorros para ciertos modelos de vehículos. Por ejemplo, la inscripción de un Renault Kwid en un registro tradicional cuesta aproximadamente $182.600, mientras que a través del RUNA el costo se reduce a $180.000. En autos de mayor valor, los ahorros son aún más significativos.
En definitiva, las reformas introducidas buscan simplificar los trámites de compra y venta de vehículos, promoviendo una mayor transparencia y eficiencia en el sector automotor. Con la digitalización progresiva, se espera que más trámites sean incluidos en la plataforma RUNA, facilitando el acceso a un sistema menos burocrático y más accesible para los ciudadanos.
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