La enfermedad eje que se presenta en el caso de los suicidios encubiertos, es el estrés postraumático. Quien padezca de tal tuvo que haber vivido un hecho puntual en el cual haya presenciado la posibilidad de su muerte o de la muerte de un allegado. Sin embargo, esta enfermedad suele disfrazarse detrás de otras como la depresión y adicciones. El suicidio encubierto, término aplicado por el oficial Martín Bourdieu, Director del Centro de Salud de veteranos de guerra, está ligado con este tipo de enfermedades.
Hace 37 años, el estrés postraumático recién asomaba su significado a nivel mundial. El oficial y también psiquiatra, relata que aquellas personas que viven una guerra suelen quedar dependientes al sentimiento de adrenalina. Ellas sienten una necesidad de vivir situaciones límites para encontrarle sentido a la vida. El exsoldado de Malvinas reflexiona: “Estás permanentemente caminando por el filo de una cornisa, con la finalidad de sentirte vivo”.
Cuando una persona padece un estrés postraumático, generalmente suele dejar de cuidarse a uno y comienza a “quitarse la vida de a poco”. Por esta misma razón, las personas que han sido víctimas de un acontecimiento trágico, como la Guerra de Malvinas, sufren enfermedades en las que no se encuentran dentro de su rango determinado de prevalencia. Es decir, atraviesan enfermedades que afectan a un grupo poblacional en particular en el que ellos no son parte. Esto se debe a la vulnerabilidad y mayor exposición causados por el estrés.
Las conductas de riesgo
El oficial Bourdieu apunta las reacciones biológicas provocadas luego de un trauma. Los niveles de estrés están incrementados debido a que el veterano vive permanentemente bajo una sobre adaptación a la vida. De esta manera se produce un agotamiento en el organismo. Una de las características principales de los ex combatientes de la Guerra de Malvinas es que viven teniendo conductas de riesgo. Ellas logran que el individuo se vaya matando poco a poco. “Es un suicidio, porque el veterano no decide cuidarse, sino que está rendido y desganado.“, explica.
Las conductas de riesgo pueden ser por ejemplo el consumo problemático de sustancias, comida chatarra o actividades que estén ligadas a un alto nivel adrenalínico. El consumo de alcohol o drogas es una conducta que suele elevar las probabilidades de suicidio. Si a una persona con ideación suicida se le suma el consumo problemático, se potencian tres veces las chances de que se quite la vida. Las adicciones suelen predominar en los veteranos de guerra, relacionándolas con la evasión y la calma para tapar el dolo vivido.
Esteban Lamadrid, integrante del Comité de Salud Mental de las Fuerzas Armadas, afirma que luego de Malvinas hubo un gran número de suicidios encubiertos. Ejemplifica su argumento con el caso de un excombatiente amigo suyo. A sus 54 años se compró una moto de alta cilindrada y al regresar de un asado de veteranos, cruzó borracho la ruta 5 a 120 kilómetros por hora. Consecuentemente, chocó contra un camión de hacienda y perdió la vida. “Para la justicia y certificado de acción, murió traumáticamente en un accidente. Para la salud mental eso se llama suicidio encubierto. Porque, ¿quién se compra una moto a sus 54 años sin nunca haber manejado una, se emborracha y sale a los piques por la ruta? Un adolescente. Nuestro trauma fue en la adolescencia, por lo tanto un señor adulto presenta una actitud adolescente derivada del estrés postraumático”, relató el coronel Lamadrid.
El veterano en este caso no se está matando en el sentido estricto de la palabra, pero aún así pone su vida en constante riesgo. Eso es un suicidio encubierto. El oficial Bourdieu conforma un grupo de WhatsApp de soldados de Malvinas. Relata que recibe constantemente mensajes de excombatientes que han fallecido antes de lo esperado, alrededor de los 50 años. En 2018, el número de difuntos alcanzó aproximadamente los 70.
La depresión posguerra
La depresión es una de las enfermedades que atormenta a mucho ex combatientes. El abandono, el olvido y la falta de reconocimiento social después de la Guerra de Malvinas, fueron sus principales causas. Martín Bourdieu habla sobre un segundo desastre, luego del primero que claramente fue la guerra. El segundo desastre hace referencia a la incomprensión social, la falta de asistencia. Éste potencia al primero y torna al veterano en una persona altamente vulnerable e indefensa en cuanto a su estado mental. Por esta razón, a veces se dice que lo peor no fue la guerra en sí, sino la vuelta y recepción. El descuido social determinó una identidad de los veteranos. Ellos eran los “loquitos de la guerra”, lo que generó un empeoramiento en sus estados psicológicos. De esta manera, se agudizaron no solo las enfermedades sino también los suicidios explícitos y encubiertos.
Según Lamadrid, el suicidio de agarrar un arma y quitarse la vida lo llevaron a cabo alrededor de 100 a 150 soldados del 82. Sin embargo, reflexiona que si el Estado hubiese estado presente y dado las herramientas necesarias para tratar el trauma, ni uno sólo hubiese tenido tal trágico final. No obstante, nunca se sabrá el número exacto de suicidios encubiertos posguerra.
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