Fieles, incondicionales, siempre “sonrientes”. Cariñosos, miembros de la familia, compañeros para unos, hijos para otros.
En la Argentina, los perros les llevan “varias patas” de ventaja a las demás mascotas. Según una encuesta realizada en 2022 por la consultora internacional Kantar, la mayoría de los argentinos convive con un animal (3 de cada 4 personas) y el 81% de los mascoteros tiene uno o más perros como compañía, mientras que un 52% tiene gatos.
Sin desmerecer a los felinos, que también tendrán sus virtudes, los protagonistas en esta nota serán exclusivamente los perros ya que celebramos su día. Pero, ¿por qué se celebra el 2 de junio el Día Nacional del Perro en Argentina?
Por qué se celebra el 2 de junio el Día Nacional del Perro en Argentina
La fecha nada tiene de azar: el Día Nacional del Perro en Argentina se celebra el 2 de junio en honor a Chonino, un ovejero alemán de la Policía Federal que ese mismo día, pero de 1983, hace 40 años, murió luego de salvar a su guía, el suboficial Luis Sibert. Y esta es su historia.
Chonino había sido incorporado a la División Perros de la Fuerza en 1977, cuando tenía dos años, y desde principios, asombraba su nivel de aprendizaje. El hecho que lo volvió inolvidable fue su relación entrañable con el agente Luis Sibert durante 6 años de acompañamiento.
En un patrullaje de rutina en el barrio de Villa Devoto, el 2 de junio de 1983, Sibert y su compañero de tareas, Jorge Iani, siguieron a dos sospechosos con quienes terminaron enfrentándose a tiros.
Al ver a su guía Sibert herido de una bala en el suelo, el recordado Chonino se lanzó encima de un delincuente, quien le disparó en el pecho y provocó su muerte. El valiente accionar del perro salvó la vida de Sibert, mientras que su colega, el agente Iani, no logró sobrevivir.
Los ladrones, que lograron escapar, fueron atrapados cinco días más tarde por una situación casi milagrosa, también protagonizada por Chonino: entre los dientes del animal de gran porte, la policía encontró un trozo de tela del abrigo de uno de los atacantes que era un bolsillo y tenía un documento adentro que permitió identificarlo.
Los homenajes a Chonino
Por qué se celebra el 2 de junio el Día Nacional del Perro en Argentina. Cada año, la Policía Federal recuerda la vida de Chonino.
Este valiente perro tiene una calle y una estatua en su honor. En 1989, la ordenanza municipal 43.486 estableció que el pasaje de acceso a la División Perros de la Policía Federal, ubicado entre Avenida Casares y Salguero, en Palermo, llevara el nombre de Chonino.
A pocos metros, en el Cuerpo de la Policía Montada, una escultura de bronce recuerda también a Chonino, cuyos restos descansan en el Museo de la Policía Federal Argentina.
La promotora del Día Nacional del Perro
El 2 de junio de 1996, la periodista y poeta Cora Cané contó en su sección, Clarín Porteño, la historia de Chonino, impulsando la creación del Día Nacional del Perro para homenajearlo.
Escribió Cané: "En esa fecha fue baleado y muerto por delincuentes el valiente ovejero alemán, de la policía, llamado Chonino. Murió defendiendo no solo a sus amos, sino a la justicia y a la honradez, luchando contra la delincuencia. Merece, que, en su nombre, celebremos a partir de hoy y todos los 2 de junio, el Día del Perro. Será una manera de honrar a todos 'los perros ilustres' que nos dejaron sus ejemplos de nobleza, valentía, lealtad, sentimientos generosos. Virtudes estas, amigo lector, que a muchos racionales bien les vendría tomar como modelos de vida".
¡Feliz Día Nacional del Perro!
Va entonces aquí nuestro homenaje a Chonino, el perro héroe. Y también a Betún y Fatiga, los icónicos canes de las series televisivas Los simuladores y Casados con hijos, que además eran hermanos en la vida real. Y a Tristonio, el ejemplar de raza Basset hound que acompañaba a conductor Raúl Portal en su exitoso Noti Dormi de fines de la década del 80.
También a Carozo, el famoso perro-títere celeste que, por décadas, y junto a la garrapata Narizota, tomaba la leche con los chicos desde los programas infantiles. Y a Angueto, el perro invisible al que le daba vida el inolvidable Carlitos Balá.
Y, en especial, a los miles de perritos que deambulan por las calles y a los que duermen en refugios esperando un destino mejor, y a todos los que cada día le alegran la vida a un hogar argentino.
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