
Y es que, de acuerdo con Infobae, a principios de febrero, el ministro de Economía, Luis Caputo, decidió descongelar el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), que no se actualizaban desde hace más de 2 años y medio. Se aplicaron aumentos correspondientes a 2021 y 2022, resultando en un incremento promedio del 6% en las principales petroleras.
¿A dónde podría llegar la nafta?
El economista Julian Rojo calculó un impacto del 3,4% en el precio de las naftas solo por la actualización del impuesto, con subas más significativas del 3,3% en abril y del 6,8% en mayo. Pedro Llorvandi estimó un aumento del 4,4% en la nafta y del 2,7% en el gasoil en los surtidores debido al impuesto.
Para alcanzar la "paridad de importación", YPF considera que la nafta debería venderse a más de US$ 1 por litro al tipo de cambio oficial, actualmente más de $1.000. La variación del tipo de cambio afecta los precios, pero las petroleras tienen libertad para fijarlos.
Efecto consumo en los combustibles
Los aumentos ya afectan el consumo, con una migración hacia precios más convenientes. En enero, las ventas cayeron un 5,8% interanual, la peor caída desde febrero de 2021. Las ventas bajaron en todas las jurisdicciones, excepto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
YPF aumentó su participación en las ventas en casi un 3%, alcanzando el 58,3% del mercado, mientras que otras petroleras experimentaron fuertes caídas.
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