Javier Milei apuntó en su menú de reformas a favorecer la inversión mediante la desregulación de áreas diversas de la economía mediante un DNU con 366 artículos. Desde las telecomunicaciones abriéndole la cancha a un competidor como Starlink del magnate sudafricano y dueño de X (ex Twitter) Elon Musk hasta la eventual privatización de Arsat y, antes, las demás empresas estatales, pasando por los “warrants” para la intermediación de granos y otros commodities, las tarjetas de crédito y las prepagas, el presidente seleccionó para su primera exposición en cadena nacional dar visibilidad a la desregulación de la aeronavegabilidad comercial con el regreso de los “cielos abiertos” y la inversión inmobiliaria de extranjeros al derogar la Ley de Tierras.
En efecto, bajo el título sexto de su DNU referido a Bioeconomía el primer artículo reza: “Derógase la Ley N° 26.737”, es decir, la ley que limita a 1.000 hectáreas por persona extranjera la tenencia rural en el país. La norma sancionada en 2011 surgió en respuesta a la polémica por las grandes extensiones de tierras en la Patagonia en manos de magnates y grupos extranjeros, aunque el mismo estado nacional documentó que mayor que el 10,9% de tierras extranjerizadas en Santa Cruz es el porcentaje de las provincias de Corrientes y Misiones con casi 14%, cerca del tope del 15% fijado por ley, y Catamarca y Salta con el 12,1% y el 11,8% respectivamente. El objetivo de esta derogación es promover la Inversión Extranjera Directa (IED) en negocios inmobiliarios rurales.

Del mismo modo, Milei buscó eliminar restricciones generales a la IED en casi todos los sectores, aunque de momento persisten los controles de capitales y el tipo de cambio diferencial que son uno de sus mayores limitantes. Por caso, anunció el regreso de “una política de cielos abiertos”, similar a la que impulsó Mauricio Macri con el desembarco de las low cost y una mayor competencia por las rutas aéreas entre compañías, eliminando el casi monopolio de Aerolíneas Argentinas-Austral sobre los vuelos de cabotaje.

A diferencia del resto de las empresas de bandera que el flamante presidente busca pasar a Sociedades Anónimas para poder privatizar, para la aerolínea nacional, Javier Milei se refirió a una “cesión del paquete accionario”. Es que su idea no es venderla deficitaria como lo es en la actualidad ni seguir sosteniéndola desde el erario público como en el intento de 2016, sino transferirla a los trabajadores para que el saneamiento de la gestión financiera la hagan desde adentro o bien la empresa se haga cargo de su propio déficit. “Autorízase la cesión, parcial o total, del paquete accionario de Aerolíneas Argentinas S.A. y Austral Líneas Aéreas - Cielos del Sur S.A. y de sus empresas controladas, a los empleados de las respectivas empresas de conformidad con el Programa de Propiedad Participada”, señala el artículo 246 de su DNU.

En todos los demás sectores alcanzados por el DNU consultados por este medio, la respuesta fue casi unánime y en riguroso off the record, desde salud a telecomunicaciones: “Queremos conocer los pormenores. Lo analizaremos con nuestros abogados a partir de mañana”.