El precio de la carne vacuna promedió $7.445 por kilo al consumidor en julio de este año, el último dato oficial. Este valor representa una disminución del 16% en términos reales en comparación con el precio registrado a finales de 2023. Según un trabajo del IERAL de la Fundación Mediterránea, la reducción de precios tuvo un impacto para mitigar la inflación en lo que va del año.
El consumo aparente de carne vacuna, que se calcula como la producción menos las exportaciones, cayó un 20% interanual durante el primer semestre del año.
Este descenso en el consumo se debe principalmente a la caída en el poder adquisitivo de los consumidores y a la disminución de la actividad económica, que ha llevado a un ajuste en el gasto en alimentos. En este contexto, la caída en el consumo de carne vacuna alcanzó niveles históricos bajos y refleja la dura realidad económica que enfrentan los hogares argentinos, señalaron.
Con el objetivo de ajustar sus gastos, muchas familias comenzaron a recurrir a alternativas más económicas como el pollo y el cerdo, dado que la carne vacuna sigue siendo costosa en términos relativos.
Actividad del sector frigorífico
En cuanto al seguimiento de la actividad, el mes de agosto con 22 días hábiles de actividad en el comparativo con julio con igual cantidad de días, nos muestra una disminución, volviendo a los niveles de mayo. La faena vacuna diaria fue de 54.145 animales versus los 57.238 de julio y los 53.450 de mayo.
Por el lado de faena porcina se registran para agosto un promedio de 31.833, en julio de 36.088 y en mayo de 33.823 capones. Tal vez la explicación que podemos ensayar es que en julio hubo 5 lunes y martes a diferencia de mayo y agosto, registrándose en esos días mayor actividad.
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