La pelea que se desató entre las fábricas textiles, especialmente las ubicadas en el continente y las localizadas en Tierra del Fuego, encarna una vieja disputa por las ventajas a unos y otros del mismo sector industrial.
Las plantas fuera de la isla han tenido protección en términos de importaciones con altos aranceles que les permitieron un mercado casi cautivo aplicar precios indecentes.
Y las que están en la isla gozaron de beneficios impositivos como los ya conocidos que abarcan a la electrónica y que fueron renovados pocos días antes de que cambiara el Gobierno, el último diciembre, en una tarea que involucró no solo al gobernador fueguino Gustavo Melella y a sus legisladores. También y curiosamente, al ex gobernador tucumano, Juan Manzur.
Las ventas, barranca abajo
Esa tensión aumenta en medio del derrumbe de las ventas que se mide por ejemplo en precios que se movieron 7% en febrero, lo que expresa una caída real frente a una inflación de 13,2%.
Teddy Karagozian, economista y presidente del grupo TN Platex, tiró la primera piedra. “En un país hambriento de dólares seguimos subsidiando a las empresas que más dólares dilapidan”, disparó por X, la ex twitter, hacia los fueguinos.
Y hasta se dirigió a Javier Milei, con quien coincide en numerosos aspectos. Señaló, también por X: “Señor Presidente ojalá sus asesores le informen sobre el sub régimen industrial de Tierra del Fuego con altísimo costo e ineficiencia. Se podrían usar esos pesos para transformar productivamente la provincia”.
Precisamente el decreto 594/2023 renovó el régimen pero con una disminución anual gradual de los beneficios a partir de 2025. Las excluyen como al resto de la industria fueguina del pago del IVA y de los aranceles de insumos importados, entre otros beneficios. Y se señala que la extensión perdura mientras Brasil mantenga el régimen especial de beneficios de la zona franca de Manaos.
La prórroga es en el caso de los textiles hasta 2028, pero si sigue Manos llega hasta 2039. La industria textil representa alrededor del 20% de las industrias en Tierra del Fuego, genera 930 puestos de trabajo, 10 % de sus empleos registrados.
Un informe reservado del sector textil señala que el principal producto importado por Tierra del Fuego son hilados, luego tejidos planos, de punto y materias primas. La empresa radicada en la isla que más importaciones realizó en los últimos años fue Australtex, con una participación del 27%. Incluso es la que más dólares importó a nivel país desde 2023.
¿Quiénes mueven los hilos?
Curioso. Asi como se conoce quiénes son los dueños en la electrónica, es un gran misterio quiénes mueven los hilos en las textiles. El informe apunta a que el proceso de transformación de la materia prima es casi inexistente en la isla.
El costo fiscal del régimen para los textiles es de US$ 60 millones al año.
Desde Tierra del Fuego a su vez reprochan la “protección por los aranceles que goza la industria del continente”. Claro que con Milei ese paraguas ya no está.
De acuerdo a un estudio de la fundación Fundar, el eslabón industrial textil se ubica en diversas provincias —como La Rioja, Catamarca, Corrientes, Buenos Aires—, producto de los antiguos regímenes de promoción y de la cercanía con la materia prima. El eslabón industrial de confección de indumentaria se sitúa mayoritariamente en el Gran Buenos Aires.
“El tamaño del mercado argentino de indumentaria equivale a 2,5% del PBI. Se integra de un heterogéneo grupo de comercios que venden sus prendas a consumidores de diversos ingresos: desde marcas premium en centros comerciales a puestos en “saladitas” a lo ancho del país”, sostienen.
Al margen de la pelea y acusaciones lo cierto es que los consumidores no reciben beneficio alguno, al menos en cuando a precios. Fundar señala que la indumentaria y el calzado promediaron 6,8% del gasto de los hogares en Argentina. Es el casi el doble que en en Chile (3,5%) y más que en México (4,8%).
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