Alberto Fernández, candidato del Frente de Todos le pidió a sus principales asesores que le elaboren un plan en el que el Estado garantice un piso mínimo de vida digna a los argentinos.
El plan de Daniel Arroyo -que estaría al frente de Desarrollo social- apunta a terminar con el hambre de manera urgente, pero con la intención de desarrollar un sistema de producción y distribución que garantice la alimentación de los argentinos más allá de las recurrentes crisis económicas.
El Plan Argentina sin Hambre garantizaría 200 productos de 11 rubros distintos a precio fijo al alcance de los personas de bajos ingresos.
El cumplimiento del plan sería seguido por un \"observatorio\" conformado por universidades, sindicatos, organizaciones sociales y algunos personajes públicos, como Juan Carr, Facundo Manes y Marcelo Tinelli, señala El Destape.
La tarjeta alimentaria actuaría como una suerte de SUBE, con la que se podrían comprar alimentos, pero con dinero que cargará el Estado. Aún queda por determinar el universo exacto de los beneficiarios, pero suena como una especie de \"garantía de seguridad alimentaria\".
Alberto Fernández también estudia el tema energético desde hace muchos años y tiene algunas ideas concretas. La propuesta que ya le está haciendo a las petroleras es: \"exporten todo el petróleo que puedan al mejor precio que puedan, pero el gas lo necesito acá a buen precio para el desarrollo industrial\".
Guillermo Nielsen le prometió a Alberto que Vaca Muerta le dará 40 mil millones de dólares de exportaciones en 2023. Una de las ventajas que encontrará Alberto para negociar con las petroleras es que incumplieron la mayoría de los contratos y deben fuertes multas.
En tanto, Funcionarios chinos le ofrecieron a asesores de Alberto F. invertir 70 mil millones de dólares en desarrollo de energía.
El equipo de Alberto tiene hablado con China la ejecución de Atucha 3, un desarrollo necesario para ampliar el espectro energético, muy sesgado hacia las usinas térmicas.
Una sorpresa de ese acuerdo puede ser la oferta que hicieron de venderle a Argentina uranio enriquecido para Atucha. La decisión es trascendente porque pondría al país en el concierto de los pocos países con ese desarrollo que tiene innumerables usos.
Hasta 2015 las facturas de luz, gas y agua representaban, en promedio, el 6$ del gasto de los hogares; hoy ese guarismo supera el 25% de los ingresos.
Un buen acuerdo con las petroleras puede bajar el precio del gas, que a la vez repercute en una baja de la electricidad. Pero más allá de eso, el equipo de Alberto piensa en que así como debe haber seguridad alimentaria, también es imprescindible la seguridad en materia de servicio públicos.
Por eso se trabaja en una tarjeta energética que servirá para pagar o completar un pago de facturas para las familias que lo necesiten. La cuenta del equipo de Alberto señala que el proyecto le saldrá a el Estado 500 millones de dólares al año. Como las tarjetas son para sacar a la población de la emergencia y esperan no sean necesarias por mucho tiempo, se piensa en buscarle una financiación puntual con actores del mismo sector.
Otro tema que tendrá que resolver el equipo económico es cómo sostener las cuentas fiscales sin hacer ajuste. Está firme la decisión de subir las retenciones agropecuarias aproximadamente 5 puntos en todos los granos.
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