Presidida por el intendente Federico Sciurano se realizó el plenario de la UCR, al cual no se permitió el ingreso de los medios de comunicación en el Comité Río Grande, el recientemente derrotado en las elecciones provinciales presentó su renuncia a la presidencia de la UCR, la que fue rechazada. Tampoco prosperaron los planteos mediáticos de expulsiones y hasta Sciurano habló de “convencer y seducir” a Gustavo Melella para que regrese a las filas del Radicalismo. Todas las críticas se centraron en los tres legisladores de los partidos ausentes Pablo Blanco, Liliana Martínez Allende, y Juan “pipo” Rodríguez a quienes acusaron de ser los que alejaron a Melella del partido.

Durante el encuentro acordaron que las autoridades partidarias finalicen su mandato y se convoque a elecciones internas en los términos que indica la carta orgánica, a fin de este año. Incluso se solicitó a Federico Sciurano se erija como garante de todo este proceso interno en paz. Estuvieron presentes convencionales provinciales, miembros de los comités locales y provincia, Oscar Rubinos  presidente de la convención y legislador electo y los concejales electos de Ushuaia y Río Grande, Juan Manuel Romano y Paulino Rossi respectivamente.

En el plenario hubo pase de factura a los radicales que, incluso siendo autoridades partidarias y manteniéndose dentro de la estructura, trabajaron en la campaña para candidatos de otros sectores. Esto motivó el cruce de reproches y hasta se recriminó que la actual conducción “empujó” a muchos a tomar esa decisión, como en el caso de Gustavo Melella, hoy enrolado en FORJA.

De acuerdo a las fuentes consultadas Sciurano, en la oportunidad, reconoció la figura de Paulino Rossi, por haber pasado por todo el proceso eleccionario representando a la UCR y haber conseguido retener la banca en el Concejo Deliberante. Aunque a entender del titular del distrito “ahora le queda la difícil tarea de trabajar para el regreso de Gustavo Melella a las filas radicales”, se escuchó decir a Sciurano.

Con esto además se descartaron de plano los pedidos de expulsiones que algunos referentes habían planteado en forma mediática. Al mismo tiempo se habló de iniciar un proceso de reconstrucción y unidad partidaria.

Los blancos de las críticas de la noche, sin duda, fueron los tres legisladores radicales, Pablo Blanco, Liliana Martínez Allende, y Juan “pipo” Rodríguez, por su ausencia en el encuentro y acusados de ser principales impulsores de la división partidaria.

En el caso del último además recibió duros cuestionamientos por haber decidido bajarse de la candidatura a Diputado, dejando sin la posibilidad de participación al centenario partido.