Sin embargo, las fechas propias no generaron mayor cantidad de adeptos en el derecho al sufragio. El descontento con la oferta electoral, la falta de legitimidad del sistema y la pérdida de representatividad por parte del sistema político pueden ser algunos de los factores determinantes para los bajos porcentajes de participación.
Elecciones 2023: la participación electoral en números
La participación más baja se dio en las PASO de Chaco, donde apenas 62,93% del electorado habilitado asistió a las urnas. Estuvieron habilitados para votar los ciudadanos nativos, por opción y naturalizados, con domicilio en la provincia, desde los 16 años cumplidos.
La provincia gobernada por Capitanich es escoltada por Santa Fe (63,05%), que tuvo 7,25% de votos en blanco, 4,87% anulados y 0,04% impugnados. Si se restan estos tres tipos de votos, se podría afirmar que la mitad de los santafesinos no eligieron a ningún candidato.
Tucumán (84,94%), por su parte, se anotó como la provincia con mayor cantidad de votantes, en una elección que ungió a Osvaldo Jaldo como gobernador.
La disminución en la participación es un patrón común en todas las elecciones desde la vuelta de la democracia: las cifras más altas se registraron en 1983 y 1989 con más del 85% en los dos procesos electorales inmediatamente posteriores a la recuperación democrática, mientras que los dos más bajos se dieron en los últimos dos comicios: las PASO y las generales de 2021.
La esperanza electoral se posa ahora sobre el carácter de las Elecciones 2023: los comicios, al ser presidenciales, generaron un aumento de la cantidad de votantes en los últimos años. Tanto en 2015 como en 2019 la participación electoral tuvo un piso de 80%.
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