El voto en blanco continuaba imponiéndose sobre los sufragios positivos. En lo que respecta a la elección de la fórmula gobernador y vicegobernador, después de Gustavo Melella y Mónica Urquiza – la dupla ganadora – se ubicó el voto en blanco. El tercer lugar fue para el binomio del PRO, Héctor “Tito” Stefani y Paulino Rossi.

En cuanto a la determinación de los concejales de Ushuaia, el voto en blanco volvió a ocupar el segundo lugar, después del Partido Justicialista y antes del tercer escaño, para FORJA.

En donde trepó hasta lo más alto del podio fue en el estamento legisladores, en donde registró un número – parcial – correspondiente a un tercio más que los sufragios cosechados por el Partido Justicialista, la opción más votada.

Algunos analistas expresaron de manera preliminar su opinión sobre probables razones que llevaron a la gente a no introducir en el sobre las boletas con su preferencia o tachaduras, expresando que muchos ciudadanos no entendían por qué las autoridades de mesa les daban una birome de colores, ignorando cómo debían emplearla.

Los entendidos también tendrán como misión interpretar el mensaje de un electorado que optó por no introducir la boleta en el sobre en vez de romperla, con lo cual sería considerado un voto anulado.