Melisa Solís es una referente de los damnificados por los créditos UVA en Tierra del Fuego. La situación que atraviesan es compleja: mientras los legisladores postergan la discusión en la Cámara de Senadores, las cuotas de los créditos siguen aumentando mes a mes, ahogando económicamente a muchas familias. "Para que se dé una idea de cómo nos están ignorando, el presidente de la comisión que debe tratar este tema me tiene bloqueada en todas las redes sociales", comentó Melisa, subrayando el grado de desinterés y el trato distante por parte de algunos senadores.

Solís explicó que, pese a los esfuerzos de los damnificados, el tema continúa siendo relegado. "Nosotros todos los días, todas las semanas, todos los meses mandamos cartas, llamamos por teléfono, y cuando llamamos al Senado nos dicen que enviemos el reclamo por mail. Mandamos cientos, miles de mails en todo el país, y no te contestan", relató. Ante la falta de respuestas, muchos damnificados están convencidos de que el desinterés podría deberse a intereses ocultos con los bancos.

En este contexto, la lucha judicial ha sido la única vía en la que algunos damnificados han encontrado respaldo. "Tenemos varias sentencias favorables en Misiones y en Tierra del Fuego, donde un fallo significativo ordenó sacar el índice UVA del crédito", mencionó Melisa, destacando la relevancia de estos precedentes para el resto del país. Sin embargo, los bancos han apelado estas resoluciones, prolongando la incertidumbre.

Solís mencionó que, en Tierra del Fuego, solo el senador Pablo Blanco y la senadora Nora Jiménez de Salta han respaldado activamente su causa en el Senado, además del diputado Julio Cobos. "Ellos han hablado en nuestro favor, pero el resto de los senadores parece no escuchar. Nos queda pensar que hay algún tipo de beneficio con los bancos que hace que no hablen", expresó.

Con el proyecto de ley venciendo en pocos días, la esperanza de Melisa y el resto de los damnificados radica en que los fallos judiciales sigan respaldándolos, dado que en el Senado el tema sigue estancado. "Nos encontramos ante un tsunami que es muy difícil de batallar", sostuvo. Añadió que el esfuerzo de sus abogados ha sido clave para lograr ciertas cautelares, como en su caso, en el cual se le fijó un descuento del 35% de su sueldo, aunque, como mencionó, "la deuda sigue acumulándose".

Finalmente, Solís reflexionó sobre la ironía de estos préstamos, ya que, aunque se promocionan como una opción más barata que un alquiler, "a largo plazo terminan siendo una carga incontrolable. Nosotros también tomamos estos préstamos con el sueño de tener una casa propia, pero el costo ha sido demasiado alto".