El Instituto Geográfico Nacional (IGN), organismo responsable de la cartografía oficial de Argentina, está trabajando en un proyecto destinado a revolucionar la representación del sector antártico nacional. Este avance busca no solo ofrecer herramientas de alta precisión para investigadores y científicos, sino también reforzar la identidad y soberanía nacional en el Continente Blanco.

Bajo el lema “no se valora lo que no se conoce”, el IGN ha reunido a un equipo multidisciplinario de científicos, técnicos y miembros de las Fuerzas Armadas para confeccionar una cartografía unificada que incorpore topónimos nacionales. Este enfoque busca corregir la prevalencia de nombres extranjeros en mapas actuales, fortaleciendo así el reconocimiento de la presencia argentina en la Antártida.

Una iniciativa multidisciplinaria

El director del IGN, coronel (retirado) Jorge Horacio Machuca, explicó que esta nueva cartografía va más allá de los mapas tradicionales. “Estamos creando un sistema de datos geoespaciales digitales georreferenciados, con información clave para diversas disciplinas. Esto nos permite trabajar de manera integrada con científicos y técnicos, algo que antes no ocurría con esta profundidad”, señaló.

Las Fuerzas Armadas, a través del Comando Conjunto Antártico y el Servicio de Hidrografía Naval, también están aportando conocimientos técnicos y logísticos a esta iniciativa. Según Machuca, esta colaboración interinstitucional permitirá desarrollar mapas que serán utilizados en las próximas campañas antárticas, facilitando investigaciones y operaciones en el terreno.

El valor de los topónimos nacionales

Uno de los objetivos principales del proyecto es identificar puntos geográficos con nombres argentinos. Según el IGN, esta práctica es fundamental para sentar precedentes cartográficos y reforzar la soberanía en el territorio antártico, un aspecto que también tiene implicancias en otros reclamos, como el de las Islas Malvinas.

“Es vital que nuestros mapas reflejen nuestra identidad. Muchos de los nombres actuales están en idiomas extranjeros, lo que no refleja nuestra presencia histórica en la región”, afirmó Machuca.

Nuevas herramientas para investigadores

El trabajo incluye el desarrollo de mapas de alta resolución, con imágenes que alcanzan una definición de hasta cinco centímetros por píxel. Estas herramientas permitirán a científicos de instituciones como el CONICET y el Instituto Antártico Argentino acceder a información detallada sobre el terreno, mejorando la calidad y precisión de sus investigaciones.

El teniente coronel Facundo Casasola, uno de los responsables del proyecto, destacó que la nueva cartografía estará disponible en un software gratuito, accesible para todos los argentinos. “Es un paso fundamental para que los ciudadanos puedan conocer mejor nuestro territorio antártico y fortalecer su vínculo con esta región estratégica”, aseguró.

Un precedente para el futuro

Este proyecto, que incluye vuelos con sensores aerofotogramétricos y relevamientos con drones, busca establecer una base sólida para futuros trabajos cartográficos en la Antártida. Según los expertos, este tipo de iniciativas no solo beneficia a la comunidad científica, sino que también refuerza la posición de Argentina en el ámbito internacional respecto a su sector antártico.

“Con este avance, dejamos claro que la Antártida es una parte esencial de nuestra Nación y de nuestra identidad. Es un orgullo ser parte de este equipo que trabaja por el bien de Argentina y su futuro en el Continente Blanco”, concluyó Machuca.