Los últimos informes de la Consultora Finnova revelan un notable descenso en la actividad constructiva en Tierra del Fuego durante el año 2024, con un alarmante 40% de pérdida en los empleos formales del sector. Esta situación ha generado un panorama complejo que, según Fernando Zapata, director de la empresa constructora Zapco, presenta tanto desafíos como oportunidades.

El empresario enfatiza la necesidad de invertir en infraestructura y de que el sector se adapte a la nueva realidad económica. Uno de los factores más críticos que han influido en este retroceso ha sido la decisión del gobierno nacional de frenar la obra pública y fomentar la inversión privada. Esta medida ha obligado a las empresas a replantear sus proyectos y estrategias.

Zapata señaló que muchos trabajos en curso o en fase de licitación han sido suspendidos o modificados, lo que complica la realización de obras esenciales, como escuelas y hospitales. "La falta de apoyo estatal ha hecho que muchas iniciativas se queden en el limbo," afirmó.

Sin embargo, el empresario también vislumbra un posible repunte en el sector privado, resaltando la existencia de una demanda tanto habitacional como turística que aún necesita ser atendida. “Si se reactiva el crédito hipotecario, podríamos ver un fortalecimiento del sector privado hacia 2025,” añadió.

Las diferencias entre las ciudades de la provincia también marcan la pauta de este escenario. Ushuaia, según los datos de Finnova, enfrenta retos significativos, pues conciliar el crecimiento turístico con las necesidades de vivienda se vuelve complicado, especialmente por las limitaciones geográficas de la región.

En contraste, Tolhuin tiene el potencial de desarrollarse como un polo logístico, contribuyendo a la demanda de espacio tanto habitacional como comercial. Por su parte, Río Grande se beneficia de una mejor infraestructura, lo que le permite concentrarse en distintos retos y oportunidades.

En resumen, aunque la situación de la construcción en Tierra del Fuego es preocupante, Zapata sugiere que con políticas adecuadas y reactivación de créditos, el sector privado podría hallar el camino hacia la recuperación.