Ileana Zarantonello, presidenta de Vialidad Provincial, dialogó con Fm La Isla, abordó la crítica situación de las rutas en Tierra del Fuego, con un enfoque particular en la Ruta 7. En medio de un contexto donde el gobierno nacional ha reducido drásticamente el presupuesto destinado al mantenimiento de la infraestructura vial, Zarantonello destacó la preocupación por el deterioro de las rutas, especialmente la nacional número 3, que conecta Río Grande con Ushuaia.

“Es preocupante que el mantenimiento de obras de infraestructura, como rutas y caminos, apenas represente el 0,7% del presupuesto nacional, cuando el mínimo debería ser del 4%”, afirmó Zarantonello, quien hizo hincapié en la falta de recursos que afecta directamente a las rutas provinciales.

A pesar de los convenios existentes entre Vialidad Provincial y Nacional, la presidenta aclaró que estos se limitan a las rutas complementarias y no incluyen la Ruta 3. “Mantenemos un pequeño tramo de la Ruta 3 Norte gracias a un convenio con Vialidad Nacional, pero hay una deuda importante que aún no se ha saldado”, añadió, señalando la situación crítica en la que se encuentran los recursos para el mantenimiento vial.

La situación se complica con las obras paralizadas, como las rutas 1 y 3, que habían sido aprobadas pero no se han concretado. Zarantonello expresó que la incertidumbre es palpable entre todas las provincias, que reclaman el inicio de obras prometidas que nunca se materializaron.

En cuanto a la Ruta 7, Zarantonello reveló que, aunque se habían presentado planes de financiamiento en la gestión anterior del gobierno nacional, estos fueron retirados. Sin embargo, el 30 de octubre se llevará a cabo la licitación para el alambrado del sector, un paso necesario antes de continuar con los trabajos de acondicionamiento de la ruta. “Esperamos que, con el alambrado terminado, podamos abrir la ruta antes de marzo”, destacó.

Además, se abordó la difícil situación financiera que enfrenta Vialidad Provincial, que ha tenido que buscar recursos a través de convenios con otras entidades y el sector privado. “Estamos trabajando con lo que tenemos y buscando nuevas formas de financiamiento, pero la realidad es que todos estamos preocupados por la falta de recursos”, concluyó Zarantonello.

El futuro de la Ruta 7 y de las demás rutas provinciales depende de una mayor colaboración y financiamiento del gobierno nacional, lo que permitirá asegurar un mantenimiento adecuado y la seguridad de los usuarios. La situación actual exige atención urgente para evitar que el deterioro de las infraestructuras continúe y se agrave en los meses siguientes.