Por primera vez en medio siglo, un avión de la Aviación Naval Argentina aterrizó en la renovada pista de la base antártica Petrel, marcando un hito en la historia de las operaciones militares en la región. El protagonista del histórico vuelo fue un Beechcraft B-200 Huron, que partió desde la Base Aeronaval Río Grande, aterrizó en Petrel en la madrugada, permaneció una hora para repostar combustible, y luego retornó al continente.
El regreso de la Aviación Naval a Petrel
La aeronave utilizada, numeral 1-G-49, forma parte de los 14 aparatos Beechcraft adquiridos de segunda mano a Estados Unidos por la Fuerza Aérea Argentina, de los cuales dos fueron asignados a la Aviación Naval. El vuelo fue comandado por los pilotos navales, capitán de fragata Ricardo Schroeder y capitán de corbeta Hernán Martínez, acompañados por los mecánicos suboficial primero Roberto Suárez y suboficial segundo Rolando Segovia.
La operación representó el regreso de la Aviación Naval a Petrel, que tuvo su última actividad en 1973 con un avión bimotor DHC-6 Twin Otter. En décadas anteriores, la base había operado con aeronaves como el Pilatus Porter y el DHC-2 Beaver.
Preparativos y logística
El vuelo fue planificado cuidadosamente por el Comando de la Aviación Naval y el Comando Conjunto Antártico, liderado por el comodoro de marina Maximiliano Mangiaterra. Para garantizar la seguridad de la operación, el Huron estuvo acompañado durante todo el trayecto por un cuatrimotor Orion P-3C, que sobrevoló la pista y realizó un reconocimiento del terreno.
La pista de Petrel, recientemente ampliada y remodelada, cuenta con 1.600 metros de longitud y 40 metros de ancho, además de una pista auxiliar en construcción de 1.200 metros. En junio pasado, un avión SAAB 340 de la Fuerza Aérea Argentina había aterrizado con éxito, estableciendo un precedente para recibir aeronaves más grandes como el C-130 Hércules.
Avances en infraestructura antártica
Además de la modernización de la pista, Petrel ha incorporado hangares y terminales de carga. El aviso ARA Puerto Argentino, primer buque en zarpar para la campaña antártica, realizará su primera escala en Petrel para desembarcar materiales destinados a la construcción de una nueva instalación de 2.244 metros cuadrados.
Un paso clave para futuras operaciones
Este histórico aterrizaje reafirma el compromiso de Argentina con la soberanía y presencia en la Antártida. La modernización de la base y el regreso de la Aviación Naval fortalecen las capacidades logísticas y de exploración en una región estratégica, marcando un hito en la historia de las operaciones antárticas.
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