La Sociedad Rural de Tierra del Fuego manifestó que los perros asilvestrados siguen siendo el mayor problema que enfrenta el sector ganadero en la provincia, dado a que la presidenta, Lucila Apolinaire mencionó que hace diez días en la Estancia Cabo Peña hubo un ataque de perros a vacunos.

En primer lugar, Lucila Apolinaire señaló que “siempre estamos acostumbrados a que sean animales más pequeños, ovinos. Se complicó la situación por el invierno. Los perros corrieron a los vacunos, los vacunos se resbalaron en el hielo. Al ser animales de gran porte y de mucho peso, cayeron, los perros mataron uno y los otros dos animales tuvieron que ser sacrificados porque estaban lastimados, mordidos”, admitiendo que estos ataques suceden durante todo el año.

Asimismo, la titular del sector rural resaltó que en el marco de la Ley 1.146, de manejo de poblaciones caninas, ha habido reuniones con representantes del Gobierno Provincial, una se dio en abril y otra a principios de junio y hay una nueva reunión prevista para el 30 de julio.

En este sentido, Apolinaire sostuvo que a pesar de dichos encuentros “el tema es que seguimos sin darle la importancia necesaria al tema. Esto no se va a resolver reuniéndonos una vez por mes”.

“Entre reunión y reunión tienen que suceder un montón de acciones que deben darse en forma articulada”, sumó y advirtió la titular del sector rural.

Debido a que estos casos se dan de forma repetitiva, Lucila analizó que “en la zona rural uno hace lo que puede y la verdad es que se combate a los perros asilvestrados cuando uno tiene oportunidad de encontrarlos. Pero lo que necesitamos es que los demás actores del sistema trabajen. Sabemos que se está trabajando en un plan de comunicación porque entendemos que esto tiene que ver con la responsabilidad de los ciudadanos como tenedores de mascotas. No solo afecta nuestra producción sino también la salud pública, la biodiversidad, el turismo, un montón de aristas”.

Por último, Apolinaire hizo hincapié en las acciones que deben encararse y dijo “tenemos que saber en cada ciudad cuántos perros hay, cuántas mordeduras. Hay un montón de datos que están como en una nube, pero tienen que poder analizarlos los científicos para dimensionar la gravedad del problema”, cerró.