La Argentina sostiene su presencia en forma ininterrumpida en la Antártida desde 1904. Este logro requiere de un gran esfuerzo de orden logístico que incluye el abastecimiento de alimentos para el personal que habita y trabaja en las distintas bases del continente antártico.
Allí se han empleado casi exclusivamente alimentos congelados y conservas para la elaboración de los alimentos. Eso hace que el personal de las bases no tenga la posibilidad de ingerir alimentos frescos por períodos prolongados.
El INTA junto con el Comando Conjunto Antártico, la Dirección Nacional del Antártico y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral instalaron un módulo de producción hidropónica de verduras frescas en la Base Antártica Conjunta Marambio. Ya tuvieron los primeros resultados después de 7 años.
Es una cantidad de verdura que alcanzó para abastecer a toda la dotación de la Base Marambio. Incluso obtuvieron sobrantes para el almacenamiento.
El módulo comprende un sistema de cultivo hidropónico sin suelo y puertas adentro de un contenedor marítimo de 6 metros de largo.
Está acondicionado con un sistema de aislamiento tricapa y con calefacción a base de energía eléctrica para soportar las bajas temperaturas del continente blanco, con máximas medias que en julio pueden llegar a los -11°C y descender hasta los -20°C.
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