El panorama económico actual de Tierra del Fuego se enfrenta a complejos desafíos en cuanto a la recaudación de impuestos y la gestión fiscal. La situación, enmarcada en un contexto económico incierto, pone en evidencia la caída en la actividad económica y sus efectos directos sobre las finanzas provinciales.
Oscar Bahamonde, Director Ejecutivo de la Agencia de Recaudación Fueguina (AREF), detalló que la recaudación de la provincia ha experimentado una disminución significativa en términos reales, con una caída cercana al 10% en comparación con el año anterior. Aunque los ingresos brutos siguen siendo la principal fuente de financiamiento, este descenso refleja una baja en la actividad industrial, que ha sido el motor de la economía fueguina. Según Bahamonde, la recaudación se ha visto afectada por el contexto inflacionario y la desaceleración del sector productivo, lo que hace que, pese al incremento nominal de los ingresos, el resultado real sea negativo.
“Estamos viviendo una caída del 10% en términos reales, si descontamos la inflación, lo que no es el escenario ideal para las finanzas provinciales. El impacto es significativo, porque la mayoría de nuestros ingresos provienen de la actividad industrial que, por diversas razones, ha disminuido su ritmo”, explicó Bahamonde.
El funcionario también explicó que a pesar de los esfuerzos para mejorar la recaudación, “la situación sigue siendo compleja y, si bien el panorama no es tan negativo como en otras provincias, debemos ser conscientes de la necesidad de mantener políticas fiscales que estimulen el pago de impuestos de manera regular”.
Ante esta coyuntura, la provincia implementó una moratoria fiscal que permite a los contribuyentes regularizar sus deudas con importantes beneficios. Durante los meses de octubre y noviembre, más de 1.100 millones de pesos han sido regularizados, con 400 contribuyentes que han aprovechado esta oportunidad. De estos, aproximadamente un 30% eligió saldar su deuda en un solo pago, lo que permitió una inyección significativa de recursos al fisco.
“El objetivo de la moratoria es ofrecer una solución a aquellos que están pasando por dificultades económicas, permitiéndoles regularizar sus deudas sin el temor de ser embargados o sometidos a una ejecución fiscal”, afirmó Bahamonde.
Por otro lado, el economista local Pablo Ríos explicó que la moratoria no solo representa una vía para aliviar las cargas de los contribuyentes, sino también una medida esencial para evitar el colapso de la actividad económica en la provincia. “Es importante que los ciudadanos aprovechen esta oportunidad, ya que el costo de no regularizarse podría ser aún más elevado a largo plazo debido a los intereses y las sanciones que se aplican por el incumplimiento fiscal”, sostuvo Ríos.
A pesar de los esfuerzos por regularizar las deudas, la falta de pago de impuestos sigue siendo una preocupación, y en algunos casos, el fisco se ve obligado a tomar medidas más severas. La posibilidad de iniciar ejecuciones fiscales es una herramienta que sigue vigente, aunque las autoridades prefieren utilizarla como último recurso. Bahamonde destacó que, aunque no es la intención del gobierno provincial, se continúa con las ejecuciones en casos donde no se logra una solución por otros medios.
“La ejecución fiscal es siempre una medida extrema. La administración fiscal prefiere evitarla, pero cuando no hay otra alternativa, tenemos que hacer uso de la ley para garantizar que el fisco recupere los recursos que le corresponden”, subrayó Bahamonde.
La deuda acumulada por los contribuyentes morosos sigue siendo un problema, ya que se estima que entre el 5% y el 7% de las declaraciones juradas mensuales no son pagadas. En este sentido, Bahamonde comentó: “Es frustrante ver cómo, a pesar de los esfuerzos por facilitar el pago, todavía hay contribuyentes que no cumplen con sus obligaciones fiscales. Esto solo genera más problemas a largo plazo”.
Desde el sector privado, la situación fiscal también genera preocupaciones. Marcelo Saldivia, presidente de la Cámara de Comercio de Tierra del Fuego, mencionó que “la situación económica es muy delicada y afecta directamente a la recaudación. A pesar de los esfuerzos del gobierno provincial por facilitar el pago de impuestos, la caída en la actividad económica es algo que se nota en las pequeñas y medianas empresas”.
Saldivia señaló que “es necesario encontrar un equilibrio entre la necesidad de recaudar y la capacidad de pago de los contribuyentes, para no ahogar aún más al sector productivo local”.
La situación fiscal de Tierra del Fuego refleja la complejidad de la economía local y las dificultades derivadas de la caída en la actividad económica. A pesar de los esfuerzos por regularizar las deudas a través de la moratoria, la ejecución fiscal sigue siendo una posibilidad latente para aquellos contribuyentes que no aprovechen estas oportunidades de regularización. Con la recaudación en declive y un panorama incierto a nivel nacional, la provincia continúa navegando una compleja situación económica, buscando soluciones que favorezcan tanto al fisco como a los contribuyentes.
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