Ivana Ybars, secretaria de Género y Desarrollo Comunitario de la Municipalidad de Río Grande, subrayó en una entrevista reciente la urgencia de la situación social en la ciudad y el rol del municipio en ofrecer apoyo a sus habitantes. Con la demanda de alimentos en niveles altos y constantes, la funcionaria señaló que el municipio continúa con sus políticas de asistencia, pese a las limitaciones de recursos a nivel nacional. “Acompañamos a nuestra comunidad en una crisis que cada día se vuelve más compleja”, expresó Ybars.

La funcionaria destacó el aumento en el presupuesto social, que no solo sostiene la provisión de alimentos, sino que también busca fortalecer otros servicios esenciales, sin reducciones en ningún área. Según explicó, uno de cada dos ciudadanos en la provincia se encuentra en situación de pobreza, lo que plantea un reto significativo para las autoridades. "No hemos recortado servicios y hemos incrementado la inversión en asistencia social desde diversas secretarías, apoyándonos mutuamente”, afirmó.

Para abordar estas necesidades, Ybars resaltó la colaboración con organizaciones civiles y el sector privado, entre ellas la Fundación de Estudios Patagónicos. Esta colaboración ha permitido llevar adelante programas enfocados en madres a cargo de familias, ofreciendo módulos alimentarios y formación profesional. “Trabajamos junto a entidades que comparten nuestros principios y objetivos, lo que nos facilita el desarrollo diario de nuestras tareas”, detalló.

Además, la secretaria mencionó un proyecto de banco de alimentos que permitiría rescatar productos antes de su vencimiento para su distribución a familias y organizaciones locales. Este modelo de apoyo cuenta con la logística de la Fundación, que ya tiene acuerdos establecidos con grandes cadenas como La Anónima. “Es una alianza muy potente que nos va a beneficiar a todos, especialmente en un contexto donde el Estado nacional no ha aportado a la seguridad alimentaria de las familias”, afirmó Ybars.

Otra área crítica, mencionó, es la atención en salud. La inflación y los despidos han empujado a muchas familias al sistema público, agotando sus posibilidades de atención privada. “Nuestros cuatro centros de salud y el Centro de Especialidades Médicas siguen en funcionamiento, atendiendo una demanda creciente”, explicó. La situación económica ha afectado también a trabajadores asalariados que, pese a tener empleo, no logran cubrir sus necesidades básicas.

Con las fiestas de fin de año acercándose, el municipio ha organizado cajas navideñas para 3,500 familias registradas en el padrón alimentario, además de apoyo adicional a comedores comunitarios. También se planean actividades para que las familias puedan disfrutar del verano en la ciudad, reconociendo que muchas no podrán vacacionar fuera.

Ybars enfatizó que el acompañamiento no se limita a quienes están desempleados, sino que también se extiende a trabajadores en sectores de bajos ingresos. “Nuestro enfoque es de justicia social y eficiencia, un esfuerzo que llevamos adelante con empatía hacia nuestros vecinos, desde los más jóvenes hasta los mayores”, concluyó.