En la Antártida Argentina se vive una situación muy distinta a la del resto del país, ya que es el único distrito que no registra casos de coronavirus. La escuela provincial N°38 Presidente Raúl Ricardo Alfonsín es la única que nunca tuvo que cumplir con el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, por lo que continuaron las clases presenciales con total normalidad.
Aire de Santa Fe habló con Víctor Navarro Zalazar, un profesor del establecimiento en Base Esperanza, quien indicó que \"en la Antártida no hay casos, por eso la escuela siguió funcionando con normalidad: somos los únicos que mantuvimos la presencialidad desde que inició la pandemia\", precisó.
En la Base Esperanza este año hay 63 personas, entre personal de Ejército, Fuerza Aérea, de la Armada, familias y los docentes. Al establecimiento educativo concurren 14 alumnos en total, dos en nivel inicial, siete en primario y cinco en el nivel secundario.
A los alumnos del nivel secundario la escuela les facilita un aula por donde pueden asistir a clases de forma virtual en otra institución del resto del país y así sostienen su educación a distancia, \"como la están haciendo en este momento todos los chicos, acá hace varios años que implementan esa modalidad\", expresó Navarro.
Con temperaturas bajo cero, empiezan sus actividades a las 8.00, luego al medio día cada uno almuerza en su casa y regresan a las 14.00 para realizar los talleres a contra turno, hasta las 17.30. Este martes hacen -9° grados, y -14° de sensación térmica, \"un día agradable\", aseguró.
En la Antártida, alejados de todo
No tienen un protocolo específico de usar barbijo y alcohol en gel como en el resto del país, porque están aislados geográficamente y no ingresó el virus. Las últimas familias que llegaron a Base Esperanza lo hicieron en marzo, cuando en Argentina aún no había casos confirmados de coronavirus, entonces no corrieron riesgos.
Base Esperanza, en la Antártida.
\"En marzo todas las personas que íbamos a pasar el año acá ya estábamos en la base, entonces no corríamos riesgo, geográficamente ya estábamos aislados, y no ingresó nadie más hasta el día de hoy\", explicó Navarro.
Además, las previsiones de todo lo que necesitan el año siguiente llega a la Antártida se envía entre noviembre y fines de febrero, donde les llega combustible, alimentos, materiales para reparación, con la salvedad de que durante el año pueda haber algún refuerzo o algo necesario.
Las personas que van a la Base Esperanza lo hacen por etapas, \"están las campañas de invierno que duran entre 10 y 14 meses, en donde las personas nos quedamos aquí en la Antártida, como es el caso de los docentes que venimos ese tiempo\", y por otro lado, \"las de verano, que pueden ser hasta seis meses. Luego está el personal científico, que permanecen según cuánto dure su proyecto\", concluyó el educador.
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