El jueves de la semana próxima quedará formalmente inaugurada la temporada de ballenas en el entorno de Península Valdés, sobre el noreste del Chubut, que se extenderá hasta el mes de diciembre, tiempo en el cual los ejemplares, que aún están arribando, permanecen en los golfos "Nuevo" y "San José".
La apertura fue confirmada a Télam por el secretario de turismo de Puerto Madryn, Marcos Grosso, quien aseguró tener "una gran expectativa" por la próxima temporada turística que "estimamos como la anterior, con un 70% de ocupación de camas en promedio".
El funcionario de la ciudad cabecera de la comarca Península Valdés sostuvo que "la temporada quedará formalmente habilitada desde el 16 de junio, ya con una buena presencia de ejemplares que todavía están arribando a esta zona".
Puerto Madryn cuenta con 7.000 plazas hoteleras y de acuerdo a las estadísticas que maneja el sector, el nivel promedio de las visitas ronda los cinco días.
"La temporada quedará formalmente habilitada desde el 16 de junio, ya con una buena presencia de ejemplares que todavía están arribando a esta zona"Marcos Grosso
"Tenemos además el orgullo de que nuestra ciudad se consolidó como destino turístico y así se confirmó en la última edición del Hot Sale donde quedamos entre los cinco lugares más demandados del país junto con Iguazú, Bariloche, Mendoza y Ushuaia" reveló.
El año pasado se registraron fines de semana de ocupación plena en Puerto Madryn por lo que los visitantes buscaron alojamiento en las localidades vecinas como Puerto Pirámides, Trelew, Rawson y Gaiman.
Los primeros ejemplares de ballenas se comenzaron a divisar a fines de abril.
Sobre los ejemplares
Las ballenas francas australes arriban cada año a estas costas para cumplir con un nuevo ciclo de reproducción: hembras que dan a luz a sus crías, hembras y machos adultos que llegan para aparearse, juveniles que socializan y otras hembras adultas que traen consigo a la cría para su destete.
Las ballenas no forman manadas sino que se desplazan en forma solitaria, pero se las puede ver en parejas de cópula o madre-cría, y como saltan con frecuencia, se transforman en un atractivo único.
Además dejan ver su enorme cola fuera del agua por largo rato, cuando no golpeando la superficie con las aletas, provocando "explosiones" de espuma de mar.
"Ver a las ballenas es una experiencia única e inolvidable" dijo a Télam el capitán y guía ballenero chubutense Miguel Bottazzi, quien opera desde Puerto Pirámides.
La península, el lugar elegido
Península Valdés es el área que tiene la particular forma de hongo que se ve en el mapa recostado sobre el mar, espacio que fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad en 1999.
Allí operan 6 empresas habilitadas para brindar el servicio de avistaje aunque los ejemplares también se pueden divisar desde la costa, en la zona conocida como "El Doradillo", al norte de Puerto Madryn.
Los ejemplares de la especie "Eubalaena australis" o ballena franca austral, que llegan a la región en esta época del año para cumplir el ciclo vital de reproducción y cuidado de los ballenatos, configuran un espectáculo asombroso que se repite todos los años con una población que ronda las 2.000 mamíferos cuando se producen los nacimientos.
Estos mamíferos que llegan a pesar 50 toneladas y a medir unos 15 metros de largo fueron aumentando en número y tiempo de permanencia en la zona, y en la actualidad se calcula que la mitad de la población mundial de esta especie llega a estas aguas cada año, con mayor presencia entre septiembre y octubre.
La recuperación de la población luego de una política de conservación en la que se involucraron organismos públicos y privados se evidencia en que se observan ejemplares en un espacio mucho mayor de la costa.
Desde hace años el área de "amortiguación" que circunda a Península Valdés permite ver ejemplares a lo largo del golfo San Matías, sobre Río Negro, al igual que al sur de ese accidente geográfico, hasta cercanías de la desembocadura del río Chubut frente a Puerto Rawson.
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