Tras seis años de investigaciones, científicos lograron descubrir la adaptación de un ave terrestre, que tradicionalmente anida en zonas boscosas, que logró vivir en un hábitat donde tradicionalmente se desarrollan aves marinas como el albatros, señala una investigación desarrollada por investigadores del Centro Internacional Cabo de Hornos para Estudios de Cambio Global y Conservación Biocultural
El ave lleva el nombre de Rayadito Subantártico (Aphrastura subantarctica), un pájaro más robusto y un poco más grande que sus pares de los hábitat tradicionales, que logró habitar con éxito y nidificar en medio de la vegetación que crece en el Parque Marino Islas Diego Ramírez-Paso Drake, a poco más de 100 kilómetros al sur del Cabo de Hornos y en medio del mar que separa Sudamérica del continente Antártico.
Lo sorprendente es que es un hábitat muy diferente al usual para esta especie, que suelen residir en zonas boscosas en las cavidades de los árboles, en los bosques australes de la Patagonia, en isla Navarino, en Puerto Williams, resaltan los investigadores.
El Rayadito subantártico tiene un aspecto morfológico es más robusto, con un peso de 16 gramos aproximadamente, con un pico más grande, un tarso más largo y cola más corta. Además, se mueven a distancia más cortas desde el nivel del suelo y vuelan a distancias más cortas.
El equipo de investigadores fue liderado por director del CHIC, ecólogo y académico de la Universidad de Magallanes y Universidad de North Texas, Ricardo Rozzi. Él y el resto de investigadores realizaron trabajos en el archipiélago de islas Diego Ramírez, especialmente en isla Gonzalo, localizada al sur del Cabo de Hornos (Chile), a poco más de 800 kilómetros de viaje al sur de Punta Arenas, navegando entre canales y fiordos.
Uno de los investigadores, el biólogo de la Universidad de Chile y vinculado al CHIC, Rodrigo Vásquez, especialista en aves, dice que “ahora se encontró esta especie, que estaba descrita en literatura muy básica, como perteneciendo a la misma A. spinicauda (rayadito), pero gracias a un estudio un poco más profundo logramos genéticamente ver que se diferencia en una mutación con el resto de la especie del Rayadito clásico, además de deferencias morfologicas y comportamentales”.
Hay algunos individuos con escasa diferencia genética en la isla Cabo de Hornos. Uno de cada tres aves rayaditos en Cabo de Hornos son de esta variante genética. Y en Navarino es 1 de 20, pero más al norte ya no está esta variante genética, apunta Vásquez. Además, destacan sus rasgos morfológicos como sus patas que son más grandes, mayor peso corporal y cola más corta, lo cual pareciera no lo hace gran volador dado los altos vientos en las islas Diego Ramírez, donde la vegetación es baja y los nidos los hace a nivel de suelo como lo detectaron.
“Esta investigación ha sido como una obsesión de como un ave, que vive en el hábitat de bosques, que tiene el hábito de vida de alimentarse en los troncos y ramas, de nidificar en cavidades de troncos, como llega a vivir en este caso en un lugar donde no hay árboles, no hay arbustos y ninguna especie leñosa, literalmente en medio del océano un ave de bosque ha logrado sobrevivir”, indica Ricardo Rozzi. (I)
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