Pese a que mucha gente reclamó que el puma fuera rescatado y cuestionó que Parques Nacionales no lo hiciera -los guardaparques explicaron que el animal está adaptado a ese tipo de situaciones y no necesitaba ayuda humana-, la historia terminó con un final feliz.
Un equipo de guardaparques del área protegida patagónica se trasladó en una embarcación hasta el área del Lago Argentino donde había sido divisado el felino montado sobre un témpano de hielo.
"Tras recorrer la zona por largas horas, rastrillando témpanos, lago y costas, no se detectó su presencia, pudiendo inferir que el animal se fue por sus propios medios", informó la Intendencia del Parque Nacional Los Glaciares.
Asimismo, personal de Prefectura Naval Argentina a bordo del guardacostas monitoreó el área, aunque tampoco pudo ver al puma.
"De todas maneras, personal del Parque continuará realizando el monitoreo de la situación a fin de evaluar medidas a implementar en caso de ser necesario", añadió el comunicado oficial.
En ese sentido, el Parque Nacional patagónico reiteró que el puma es un animal silvestre, adaptado a las condiciones climáticas de la región, buen nadador y no necesita de asistencia humana para su supervivencia.
El puma (Puma concolor) es uno de los felinos más grandes del país y cuenta con una amplia distribución geográfica, ya que se lo puede registrar a lo largo de toda la zona cordillerana, pero también en la zona serrana del centro de la Argentina y el Litoral.
El Parque Nacional Los Glaciares, que protege 731.932 hectáreas de estepa y bosques patagónicos, es el área protegida con mayor avistamiento de pumas, según los datos del Sistema de Información de Biodiversidad de la Administración de Parques Nacionales (SIB): el año pasado se registraron 333 avistamientos de este felino en la zona santacruceña.
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