Durante varios años, Chile se ubicó como uno de los destinos predilectos de los argentinos. El "turismo de compras" era uno de los motores que impulsaba los viajes al país trasandino. Sin embargo, debido a las sucesivas devaluaciones del peso, en 2019 la cantidad de turistas que lo visitaron mermó. Luego, la pandemia obligó a un cierre de fronteras que permanece hasta hoy y mantiene en vilo a los operadores turísticos del otro lado de la Cordillera.
Durante el 2019, Chile recibió a 4.500.000 visitantes, un 21% menos que el año previo. Según explicó a principios de 2020 la Subsecretaria de Turismo del país, la merma se dio debido a "la pérdida de turistas argentinos": ese año, viajaron 1.435.467 de personas desde el país, un millón menos que en 2018. Según se explicó por entonces, diferentes factores incidieron en esta situación: desde la devaluación del peso hasta las protestas en Chile contra las políticas del presidente Sebastián Piñera.
Lógicamente, la pandemia supuso un revés aún más duro para el turismo. Pero eso está por cambiar: a partir del 1° de octubre, Chile habilitará el ingreso de todos los extranjeros no residentes, incluidos los argentinos, a su territorio con el objetivo de reactivar el turismo exterior como parte de su Plan de Fronteras Protegidas.
Cuánto costará viajar a Chile
Un pasaje aéreo desde Ezeiza a Santiago de Chile, para volar a partir de diciembre, cuesta en torno a los $26.000. Por el momento, dada las restricciones todavía vigentes, no existen muchas ofertas al respecto. Por caso, tampoco es posible encontrar pasajes en micro, ni partiendo de Buenos Aires ni –por ejemplo- desde Mendoza.
Para hospedarse en la capital trasandina, hay una amplia variedad de opciones. Un hotel cinco estrellas, con desayuno incluido, cuesta entre u$s100 y u$s120 la noche para dos personas (esto es, con un dólar solidario a $170, entre $17.000 y $20.400). En tanto, un departamento completo para dos personas cuesta u$s120 la noche ($20.400) y un monoambiente, parte desde los u$s60 ($10.200).
Para comer en Santiago, la oferta también es inmensa. Pero, por ejemplo, de acuerdo a los relevamientos de los sitios especializados Hikersbay y Expatistan, un combo de hamburguesa completo en un local de comida rápida sale u$s6,50 ($1.105).
Comer en un restaurante barato, sale en torno a los u$s7 por persona ($1.190), mientras que un menú del día en un restaurante en una zona "cara" de la ciudad, cuesta unos u$s12 ($2.040). Una cena para dos personas en un restaurante con tres platos, en una buena zona, sale unos u$s40 ($6800). Además, una cerveza de medio litro en un restaurante, cuesta u$s3,60 ($612), una gaseosa chica sale u$s1,20 ($204); y una botella de agua chica, u$s1 ($170).
Comprar una botella de litro y medio de agua en un supermercado cuesta u$s1,20 ($204), medio kilo de pan u$s1 ($170) y una botella de vino de gama media, por ejemplo, unos u$s5 ($850).
Visitar Valparaíso o La Serena
Más allá de Santiago, en Chile hay otros destinos muy demandados por los turistas y que no quedan demasiado lejos de la capital trasandina. Uno de ellos es Valparaíso, donde además de sus playas se puede disfrutar de sus casas de distintos colores y visitar una de las propiedades –convertida en museo- de Pablo Neruda.
Un pasaje en micro desde Santiago a Valparaíso cuesta unos $560 por tramo: el viaje dura, aproximadamente, una hora y 45 minutos. La noche en un hotel de esa ciudad cuesta, en promedio, entre u$s75 y u$s125 ($12.750 y $21.250).
Por su parte, un pasaje en bus a La Serena demora poco más de seis horas y cuesta $2.700 por tramo. La noche en un hotel cuatro estrellas, con pileta, sale u$s90 ($15.300).
Conviene comprar electrónica
Si bien pareciera que las imágenes de los argentinos volviendo desde Chile con las grandes cajas de televisores es cosa del pasado, un rápido recorrido por las principales tiendas del país trasandino permite observar que aún es conveniente comprar electrónica del otro lado de la Cordillera (al menos por ahora).
Al comparar los precios de los distintos productos de electrónica, por ejemplo, se destaca que un TV 4K ultra HD en Chile cuesta unos $90.000; mientras que uno de la misma marca y características, sale en Argentina unos $170.000.
En tanto, un celular que en Chile sale $19.000, uno de la misma marca y modelo cuesta en el país $34.000. Por su parte, una notebook "gamer" sale en el país trasandino poco más de $150.000, mientras que en Argentina la misma computadora cuesta $250.000. Por último, una consola portátil de videojuegos, sale en Chile $26.200 y en Argentina cuesta casi el doble: $52.500.
De todas formas, más allá de los precios, debe tenerse en cuenta el impuesto que debe pagarse en Aduana al ingresar con productos de precios superiores a los u$s500: se abona una suma de dinero igual a la mitad del valor que supera el máximo permitido. Por ejemplo si una compra es por un valor de u$s600, se superó en u$s100 el valor permitido y hay que abonar u$s50.
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