Con motivo del próximo Día de la Tejedora, Estela Maldonado, educadora ancestral y miembro de la comunidad Selk’nam, compartió con Minuto Fueguino las características de este arte tradicional y destacó que, su labor es la transmisión de conocimientos culturales e indicó que es un honor poder enseñar y mostrar sus raíces a través del tejido.
En primer lugar, Estela Maldonado hizo hincapié en el encuentro que se llevará a cabo este viernes “el encuentro se realiza conmemorando el Día de las Tejedoras, una celebración que se ha trabajado a nivel nacional durante muchos años. Los primeros encuentros fueron organizados por mi hermana Margarita, y ahora me toca a mí hacerlo con los adultos mayores con los que trabajo”, explicó Maldonado.
En este punto, resaltó que el evento no solo recordará el Día de las Tejedoras, sino que también servirá como un espacio para que cada participante muestre su creatividad y habilidad en el tejido.
Por otro lado, la educadora detalló que, durante el encuentro, se realizará un intercambio de tejidos y saberes ancestrales “hay personas que tejen en junco, tayu, a crochet, a dos agujas, y también hay quienes hilan. Aunque hoy día usemos lanas acrílicas, seguimos practicando el tejido ancestral con lana cruda, hilando y creando prendas de abrigo como lo hacían nuestros antepasados”, comentó.
A su vez, Maldonado explicó que ella trabaja principalmente con adultos mayores, pero su hermana, quien está en el Centro Cultural Yaganes, es la que tiene más acceso a jóvenes “nosotros hacemos intercambios con niños de las escuelas y participamos en diversas actividades, no solo de tejido. También pintamos, hacemos filigrana, dibujamos, y practicamos yoga, gimnasia y baile. Es un intercambio cultural enriquecedor”.
Al ser consultada sobre la convocatoria que tiene la actividad, la educadora resaltó que existe un gran interés en la cestería Selk’nam, no solo entre mujeres sino también entre hombres “es gratificante ver cómo los varones se suman a esta actividad, aprendiendo sobre nuestros antepasados y manteniendo viva esta tradición”, valoró Estela.
A nivel personal, subrayó la importancia de preservar este arte milenario “pertenecer a un pueblo con raíces profundas implica la responsabilidad de mantener vivas nuestras tradiciones. El tejido era una necesidad para nuestros antepasados y ahora, aunque lo hacemos para decorar nuestros hogares o simplemente mantener nuestras manos activas, es crucial no dejar que este arte se pierda”, afirmó.
Por último, puntualizó en la actualidad y en cómo el tejido ancestral se practica no solo como una actividad recreativa sino también como un medio para conectarse con la cultura y mantener viva una herencia invaluable “tejer nos permite estar presentes, decorar nuestros espacios y, sobre todo, honrar a nuestros antepasados a través de nuestras manos”, concluyó Maldonado.
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