Cuatro pilotos provenientes de Coronel Pringles, en la provincia de Buenos Aires, realizaron una destacada hazaña al unir Río Gallegos con las Islas Malvinas a bordo de un Cessna 182 monomotor. La travesía, que abarcó 740 kilómetros sobre el Atlántico Sur, fue completada en aproximadamente cuatro horas, enfrentando condiciones meteorológicas adversas y marcando un hito en la aviación local.
Preparativos y desafío logístico
El grupo, conformado por Alberto Obejero, Roberto Cazes, Christian Peinemann y Juan Carlos Guarco, despegó el jueves por la mañana desde el Aeroclub Río Gallegos. Contaron con el respaldo logístico de la institución, que se encargó de proteger la aeronave de los fuertes vientos patagónicos y brindar alojamiento a los pilotos previo a su partida.
“Lo más significativo de esta hazaña es que fue realizada con un avión monomotor. Aunque son aeronaves seguras, enfrentarse a 400 millas de océano requiere concentración absoluta y habilidad para manejar cualquier contingencia climática,” explicó Juan Manuel Barozzi Behr, presidente del Aeroclub Río Gallegos.
Segunda expedición del grupo
Esta no es la primera vez que los pilotos se embarcan en un reto similar. En 2014 ya habían realizado este vuelo, pero en esta ocasión, las relaciones previas con las autoridades de Malvinas facilitaron los permisos y el proceso de llegada. “El respeto mutuo fue clave para establecer un diálogo positivo con la comunidad local de las islas,” señaló Barozzi Behr.
Una travesía cargada de simbolismo
El vuelo tiene un fuerte componente emocional, dado el contexto histórico y simbólico de las Islas Malvinas para la Argentina. Barozzi Behr destacó que este tipo de iniciativas “conectan de manera directa con la memoria histórica y refuerzan los vínculos con un territorio que sigue siendo muy significativo para todos los argentinos.”
Los pilotos permanecerán unos días en las Islas antes de regresar a Río Gallegos, dependiendo de las condiciones climáticas. Durante su estadía, se espera que compartan experiencias con la comunidad local, reforzando el entendimiento y la cooperación.
Un llamado a nuevos desafíos
El presidente del Aeroclub expresó su deseo de que más aviadores se animen a realizar este tipo de vuelos: “Siempre con respeto hacia la gente de Malvinas, porque ellos están abiertos a recibirnos, pero es fundamental mantener un trato cordial y respetuoso.”
La hazaña fue celebrada tanto por la comunidad aeronáutica como por los habitantes de Río Gallegos, quienes reconocen el esfuerzo y la destreza de los pilotos en un desafío único y cargado de significado.
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