En la ciudad de Río Grande, los conductores de Uber se encuentran realizando una campaña para juntar firmas con el fin de presentar un proyecto de ordenanza que regule la actividad de las aplicaciones de transporte. Desde mayo, los trabajadores han solicitado la banca del vecino en el Concejo Deliberante para tratar su propuesta, pero aún no han recibido respuesta. Ante esta situación, decidieron recurrir a la iniciativa popular, amparados en el artículo 163 de la Carta Orgánica Municipal, que les permite presentar un proyecto si reúnen el apoyo del 10% del padrón electoral.
Actualmente, los conductores están distribuyendo planillas en sus vehículos y en comercios locales para recolectar entre 7.000 y 8.000 firmas, que son necesarias para respaldar su propuesta. Este esfuerzo busca dar un marco legal a su actividad en Río Grande, diferenciándose de otros proyectos presentados en distintas ciudades del país que no cumplen con sus expectativas.
La recolección de firmas incluye un requisito adicional: los firmantes deben proporcionar su número de teléfono, ya que el juzgado electoral verificará una muestra aleatoria de las firmas recogidas para asegurar la validez del proceso.
Los conductores continúan con esta tarea de manera discreta, mientras invitan a la comunidad a colaborar firmando las planillas cuando tomen el servicio de Uber.
Compartinos tu opinión