
El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, José Luis Iglesias, analizó los desafíos actuales que enfrenta el sector comercial de la ciudad en un contexto de alta presión económica debido a los gastos de fin de año y las condiciones macroeconómicas.
Iglesias señaló que el programa de regularización fiscal propuesto por AREF tiene sus complicaciones: “El plazo para acceder a esta moratoria vence a fin de noviembre, pero muchos trámites están pendientes de aprobación, lo que dificulta cumplir en tiempo y forma con los requisitos.” Ante esta situación, expresó la necesidad de extender los plazos, destacando que “la puesta en marcha de esta moratoria no está siendo concurrente con las necesidades del sector.”
En cuanto a la posibilidad de financiamiento, el dirigente comentó que las líneas de crédito actuales, aunque útiles en términos de tasas, no responden a la realidad de los comerciantes que enfrentan caídas significativas en sus ingresos: “El que recurre al banco no lo hace para expandir su negocio, sino para resolver problemas financieros derivados de la caída en la facturación.”
Respecto a la situación general del comercio, Iglesias describió un panorama preocupante con ventas disminuidas y costos crecientes: “Estamos en un esquema imprevisible, con rentabilidad reducida o inexistente. Sin embargo, los comerciantes muestran una resiliencia destacable, apostando por mantener sus negocios.”
Pese a este escenario, subrayó que no se ha registrado un aumento significativo en el cierre de comercios, lo que atribuyó a la capacidad de adaptación de los comerciantes y el uso de recursos propios: “Esto habla de la fortaleza de quienes están detrás de cada negocio. Muchos podrían haber abandonado, pero siguen adelante.”
Sobre las perspectivas para el fin de año, Iglesias fue cauto: “Si bien durante fechas como el Día de la Madre se registraron leves mejoras en las ventas, no esperamos un cambio significativo para las fiestas. El contexto macroeconómico no acompaña, y el foco del gobierno nacional sigue estando en otras regiones del país.”
Finalmente, en referencia a las problemáticas generales que afectan a las cámaras de comercio a nivel nacional, Iglesias indicó que estas varían según las regiones: “Cada provincia enfrenta sus propias dificultades, pero todas comparten el desafío de mantener la actividad en un contexto económico adverso.”
Con miras al 2025, los comerciantes fueguinos esperan medidas que fortalezcan el consumo interno y ofrezcan herramientas financieras acordes a la realidad local, mientras se enfrentan a un cierre de año complejo y lleno de incertidumbres.
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