Desde la desaparición de Verónica Jordán el pasado 3 de octubre, su esposo, Gastón Britos, no ha cesado en su búsqueda. A dos meses del hecho, la incertidumbre y el dolor dominan su día a día, mientras reclama un cambio en las prioridades de la investigación.
Gastón mantiene viva la esperanza de encontrar a Verónica. "La esperanza es que esté viva. Como le comentaba yo el otro día a un colega tuyo, primero es no perder las esperanzas, seguir buscando. Yo todos los días camino. Ayer fui hasta Punta Popper, la busco por todos lados, con los pocos amigos que me quedan. Y la esperanza es que esté viva", expresó.
Sin embargo, manifestó su preocupación por lo que considera una falta de enfoque en la búsqueda: "Creo que están invertidas las prioridades. Todos sabemos que hay dos causas: una, denuncias contra ella, y la otra, la averiguación de paradero que yo realicé. Entonces lo que digo es: primero encuéntrenla y después siéntenla en el banquillo de los acusados. Pero primero encuéntrenla, por favor. Es lo único que pido".
Gastón criticó lo que percibe como un desvío en la investigación: "Cuando llaman a testimoniar, preguntan por las causas, no si la vieron caminando. Están investigando las denuncias, a mi entender, y no poniendo todo lo que tienen que poner en encontrar a Verónica".
A pesar de ello, reconoció el trabajo de las autoridades: "Quiero aclarar que la policía se portó muy bien conmigo e hizo todo lo posible para poder encontrarla. Lo quiero dejar bien en claro".
En medio de esta situación, Gastón también habló sobre la presión social que enfrenta: "La condena social es inevitable. Pero bueno, yo no tengo nada que ocultar. Camino con la frente en alto y con la esperanza de que Verónica esté viva, sea en Río Grande, Ushuaia o Tolhuin, lo digo figurativamente porque me tengo que cuidar de todo lo que digo. Pero yo no tengo nada que ocultar, si no, no estaría hablando con ustedes".
Sobre los días previos a la desaparición de Verónica, describió que todo transcurría con normalidad: "Fueron días normales, como todos los días. Normales como desde hace cinco años y medio que convivíamos, con proyectos, hablando de la vida, como toda pareja. Absolutamente normales".
En cuanto a las novedades sobre la investigación, Gastón comentó: "Lo último que sé es que estaban tomando declaración testimonial a ciertas personas y trabajando sobre las cámaras de seguridad, el video que todo el mundo vio, y nada más. No tengo otra novedad".
Confirmó también que la última vez que Verónica fue vista, según testigos, fue en la reserva ecológica de Punta Popper: "Eso sí, es verdad. Hay un testigo, y la última vez que la vieron fue en Punta Popper. Hasta ahí llegamos y nada más".
Con el paso del tiempo, Gastón confiesa que la desaparición de su esposa ha transformado su vida: "No tengo más vida. Acá la gente opina y habla sin saber lo que realmente nosotros vivíamos. No tengo más vida. No te puedo decir otra cosa".
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