La ciudad de Río Grande atraviesa una situación crítica debido al congelamiento de cañerías y medidores de agua, según informó el director de Obras Sanitarias, el arquitecto Alberto Ibarra.

En un esfuerzo por actualizar a la comunidad sobre los avances y desafíos, Ibarra detalló las acciones que se están implementando para mitigar los problemas derivados de las extremas bajas temperaturas.

"Las bajas temperaturas han llevado a que muchos vecinos dejen sus canillas abiertas para evitar congelamientos, pero también hemos visto muchas fallas internas en las viviendas, como medidores congelados", comenzó explicando Ibarra. "Estamos trabajando intensamente en descongelar estos medidores y atender los reclamos que nos llegan a través del 147".

El director enfatizó la magnitud del problema, indicando que actualmente hay 1.200 medidores instalados en la ciudad, distribuidos entre viviendas, industrias y comercios. De estos, aproximadamente 400 han presentado problemas de congelamiento. "Nos quedan aproximadamente 30 medidores por descongelar hoy, y estamos atendiendo los reclamos con una demora de dos o tres días debido a la cantidad de trabajo y el tiempo que toma descongelar cada uno", señaló Ibarra, subrayando la complejidad y la demanda física del trabajo.

En relación a la presión del agua, Ibarra informó que el plan para mantener niveles normales durante los horarios pico ha dado buenos resultados. "Seguimos en alerta amarilla porque no podemos liberar la presión normal durante todo el día. Necesitamos mantener los niveles de cisterna establecidos como normales", explicó. Este plan, que opera en horarios específicos –de 12:30 a 14:30 y de 19:30 a 23:30–, ha permitido una mejora notable en el suministro de agua durante esos periodos.

Uno de los puntos más críticos abordados fue la preocupación de los vecinos respecto a los medidores que se congelan. "Nosotros lo que colocamos cuando el medidor se rompe o tiene algún problema es un niple, que es un cañito que reemplaza el medidor", explicó Ibarra. Añadió que, en la temporada pasada, se bajaron aproximadamente 50 medidores a una profundidad de 40 centímetros, lo cual ha mostrado buenos resultados en términos de prevención de congelamientos. "Esa es una solución que, por los datos que tenemos hasta el día de hoy, ha sido muy efectiva", dijo.

Ibarra también habló sobre la importancia de las instalaciones adecuadas para prevenir problemas futuros. "Vamos a lanzar una campaña de concientización para que las instalaciones se hagan a la profundidad necesaria y con la protección térmica adecuada. Es crucial estar mejor preparados para el próximo invierno", destacó, subrayando que las instalaciones deben ir a una profundidad de 1,20 metros y estar revestidas con protección térmica fundamental.

Respecto a los trámites para modificar o bajar medidores, Ibarra aclaró que, debido a la dureza del suelo en invierno, estas tareas se realizarán en la próxima temporada. "En este momento, bajar medidores no es posible porque el suelo está duro y congelado. Los vecinos deben hacer el pedido por nota a la Dirección General de Obras Sanitarias para que se considere en la temporada adecuada", explicó.

Finalmente, Ibarra enfatizó la necesidad de que los vecinos proporcionen domicilios exactos al hacer sus reclamos. "Siempre pedimos domicilio exacto porque, si todos los vecinos de una zona no tienen agua, es un tema de red, pero si es solo un domicilio, puede ser un problema particular", concluyó.

Para más información y para realizar reclamos, los vecinos pueden comunicarse con Obras Sanitarias a través del 147.