
El devastador incendio ocurrido en la Recicladora SyR en el Parque Industrial de Río Grande dejó huellas profundas en las instalaciones vecinas, incluido el depósito de una conocida sodería liderada por Gabriel Grava. El empresario compartió su testimonio sobre el impacto del siniestro y los esfuerzos que está realizando para retomar sus actividades tras el inesperado evento.
Grava relató que el incendio, iniciado alrededor de las nueve de la mañana, avanzó con una rapidez alarmante, poniendo en peligro tanto su negocio como las estructuras colindantes. “En 15 minutos pensé que lo habíamos perdido todo”, recordó, destacando la gravedad del momento. Aunque su vivienda no sufrió daños significativos, el depósito resultó afectado, con grietas visibles en paredes y techos que requerirán reparaciones urgentes.
El empresario expresó su agradecimiento a los bomberos que trabajaron sin descanso para contener las llamas y minimizar los daños. “Lo que quedó en pie es un alivio enorme. Estoy muy agradecido con los bomberos que no se rindieron durante toda la noche”, señaló Grava.
Sin embargo, los desafíos no terminan allí. El incendio provocó la desconexión de servicios esenciales como gas y electricidad en su sodería, complicando la reanudación de sus actividades. “Rehabilitar el gas y la luz no será sencillo, pero estoy decidido a seguir adelante. Mi prioridad es volver a operar y garantizar empleo a mi equipo”, afirmó con determinación.
El incidente también generó inquietudes sobre la seguridad en el área industrial. Grava hizo un llamado a las autoridades para revisar los controles y prevenir tragedias similares en el futuro. “No sé dónde estuvo la falla, si en la empresa, el municipio o el gobierno, pero necesitamos más seguridad. Lo importante es seguir trabajando y mantener el empleo para la comunidad”, enfatizó.
A pesar de las dificultades, Grava se muestra optimista sobre la recuperación de su negocio. “Un colega ya se ofreció a ayudarme, y espero que para la próxima semana podamos operar, aunque sea parcialmente. No pienso detenerme”, aseguró.
El compromiso y la resiliencia de Gabriel Grava son un ejemplo del espíritu luchador que caracteriza a los emprendedores de Río Grande, quienes enfrentan los desafíos con esperanza y esfuerzo colectivo para salir adelante.
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