
El intendente de Río Grande, Martín Pérez, se refirió al preocupante aumento de los accidentes de tránsito en la ciudad y las medidas que se están tomando para mejorar la seguridad vial. Uno de los temas centrales de la conversación fue la relación entre el uso del celular y los accidentes de tráfico, un factor que, según las autoridades, está detrás de más del 65% de los siniestros viales registrados el último año.
"Es evidente que el uso del celular mientras se conduce es un factor crítico", explicó el intendente. "Los accidentes no siempre se deben a problemas visibles en la vía, como una esquina mal diseñada, sino a distracciones que fácilmente podrían evitarse. Esto se debe, en gran medida, al uso del celular". Este tipo de distracción es una de las principales causas de colisiones que, de ser prevenibles, no ocurrirían.
El parque automotor de la ciudad ha crecido significativamente en los últimos años, al igual que la densidad de tránsito, lo que ha transformado a Río Grande en una ciudad mucho más circulada y, por lo tanto, más propensa a estos incidentes. “Vivimos en una ciudad con una gran cantidad de vehículos y motos, y es fundamental que todos tomemos conciencia de la responsabilidad que implica manejar", expresó el intendente, quien también destacó que la prudencia debe ser un valor central para todos los conductores.
Una de las estrategias más importantes que se están implementando es la intensificación de las campañas de educación vial. Según las autoridades, es esencial que los conductores y la ciudadanía en general comprendan que la seguridad vial no se puede garantizar únicamente con medidas físicas como reductores de velocidad. De hecho, el intendente señaló que es impracticable poner un reductor en cada esquina de la ciudad. En lugar de eso, se están promoviendo programas educativos que apelan a la responsabilidad personal y a la prudencia al volante.
"Estamos trabajando para reforzar las campañas educativas sobre el uso responsable del vehículo. No podemos poner un reductor de velocidad en cada esquina, pero sí podemos educar a nuestros ciudadanos para que conduzcan con mayor precaución", subrayó. Además, el intendente mencionó que la clave está en generar conciencia en la población, algo que, a su juicio, es más efectivo a largo plazo.
En cuanto a las propuestas para mejorar la seguridad vial, algunos ciudadanos sugirieron medidas como la implementación de fotomultas en lugar de los tradicionales reductores de velocidad. Sin embargo, el intendente mostró su preferencia por un enfoque más integral que incluya tanto la educación vial como el uso responsable del automóvil, evitando soluciones que, a su juicio, son solo medidas paliativas.
Por otro lado, se abordó el creciente interés de los vecinos por la instalación de reductores de velocidad, especialmente en zonas de alta circulación. Sin embargo, el intendente reafirmó su postura: "Entendemos las demandas de los vecinos, pero la solución no está en colocar un reductor en cada esquina. La responsabilidad y el respeto a las normas de tránsito son fundamentales para evitar accidentes".
En este sentido, el intendente también hizo un llamado a la comunidad para que se mantenga comprometida con la mejora de la seguridad vial. "Estamos trabajando en conjunto con todos los actores de la ciudad para asegurar que Río Grande sea una ciudad más segura y que nuestros vecinos puedan transitar sin temor a accidentes innecesarios".
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