Un conductor de Uber fue multado este fin de semana con más de un millón de pesos durante un control de tránsito en la avenida San Martín, frente a La Anónima. El trabajador fue sancionado por transporte ilegal de pasajeros luego de que, al mostrar su póliza de seguro digital, los inspectores identificaran el logo de la aplicación Uber en su teléfono, lo que derivó en la aplicación de la multa.
Matías Maturano, también conductor de Uber, explicó que su compañero no fue solicitado específicamente por ser parte de la plataforma, sino que, durante el control, al mostrar la póliza digital desde su celular, el logo de Uber se hizo visible. “No es que le pidieron el celular, simplemente mostró su póliza digital, y al ver el logo, lo multaron por trabajar con la aplicación”, aclaró Maturano.
Un conflicto latente en la ciudad
El uso de aplicaciones de transporte como Uber ha sido motivo de controversia en Río Grande desde hace varios años. Aunque no se persigue activamente a los conductores de Uber, los controles de tránsito a veces derivan en multas a quienes se identifican trabajando con la plataforma. Maturano expresó su preocupación por la falta de claridad en torno a la legalidad de este tipo de servicios y el impacto que estas multas tienen sobre los conductores. “Entendemos la necesidad de realizar controles en la ciudad, pero resulta alarmante que, en algunos casos, estas sanciones nos afecten de manera desproporcionada. Nos genera una gran incertidumbre y pone en riesgo nuestra fuente de trabajo”, comentó.
Maturano también señaló que este no es un caso aislado, y que anteriormente otros compañeros también han sido multados con montos elevados. "Nos encontramos en una situación donde taxis y remises utilizan la misma plataforma para trabajar, pero solo los conductores de Uber son multados. Esto crea un escenario injusto para aquellos que dependemos de esta actividad", añadió.
Apoyo legal de la plataforma
Ante estos casos, la plataforma Uber ha tomado medidas para brindar apoyo a sus conductores. Según Maturano, Uber se encarga de apelar las multas mediante abogados especializados. "Cuando un conductor recibe una multa, Uber solicita que se envíe una foto de la sanción y, a partir de ahí, asignan un abogado que lleva el caso ante el juzgado de faltas", explicó. Esta asistencia legal busca proteger a los conductores de sanciones que podrían afectar gravemente su estabilidad económica.
Continúa la recolección de firmas para regularizar la situación
En respuesta a estas sanciones y la incertidumbre sobre el futuro del servicio, los conductores de Uber han comenzado a recolectar firmas con el objetivo de presentar un proyecto de ordenanza para regularizar la actividad en Río Grande. Maturano comentó que ya se han presentado propuestas en otras ocasiones, pero, ante la falta de respuesta, decidieron recurrir a la iniciativa popular, que les permite proponer un proyecto de ordenanza con el respaldo del 10% del padrón electoral de la ciudad. “Estamos muy cerca de alcanzar las 8.000 firmas necesarias para que el proyecto sea debatido, y seguimos trabajando en ello”, explicó.
Este proyecto busca establecer un marco regulatorio claro para el uso de Uber y otras aplicaciones de transporte en la ciudad, diferenciándose de otras propuestas que, según Maturano, son demasiado restrictivas. “No estamos de acuerdo con las propuestas que intentan equiparar Uber con taxis y remises, ya que creemos que la aplicación ofrece un servicio de mejor calidad a un precio más competitivo. Los usuarios deberían tener la libertad de elegir el servicio que más les conviene, sin imponer regulaciones que limiten esa opción”, afirmó.
Además, criticó el hecho de que algunas de estas propuestas incluyen el cobro de un canon bimestral para financiar el transporte público de pasajeros. “No tiene sentido que estemos obligados a financiar a otros servicios de transporte cuando nuestras condiciones de trabajo son diferentes. Uber debe regularse por sí mismo, sin cargar con las responsabilidades de otros sectores”, concluyó Maturano.
El conflicto sigue latente, y mientras tanto, los conductores de Uber continúan operando en un marco de incertidumbre legal, esperando que las autoridades tomen una decisión definitiva que les permita trabajar sin temor a multas desproporcionadas.
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