Amelia, madre de Marcelo Fernández, un hombre de 40 años que falleció luego de una operación en el Sanatorio Fueguino del barrio Mutual en Río Grande, habló con Minuto Fueguino sobre el avance de la causa y la falta de respuestas que enfrenta.
Marcelo, quien era padre de cuatro hijos, trabajaba en Mirgor y practicaba artes marciales, disciplina en la que sufrió una fractura de pómulo que derivó en su intervención quirúrgica. Su madre describe el dolor de su pérdida y la falta de justicia que persiste: "No puedo decir lo que era mi hijo, porque era un chico muy, muy incondicional para mí. Era, sigue siendo porque está en mi corazón, era un chico muy bueno, muy responsable, muy amigo. Todo lo que le enseñamos en la vida él lo hizo y lo siguió haciendo con sus hijos, no tengo, no tengo palabras".
A casi un mes del fallecimiento, Amelia denuncia la falta de respuestas claras. "Aún sin justicia, decepcionada con la justicia... Aquí hay algo que quieren tapar, quieren poner debajo de la alfombra algo muy importante que yo no sé todavía. Es una vergüenza decirlo, yo no sé qué pasó con mi hijo. Nadie me explica nada, y ayer tuve la posibilidad de que me expliquen y me suspendieron la audiencia", expresó. Según Amelia, la situación parece estar rodeada de irregularidades, incluyendo un allanamiento en el cual, según le informó su abogado, "no estuvo presente el juez" y en el que "recién después de cinco días llevaron el certificado de la anestesia".
Amelia cuestionó el proceder del sanatorio y de los médicos que asistieron a su hijo. Al ser consultada sobre quién cree que es responsable de la muerte de Marcelo, respondió: "Es la clínica, la clínica y todo lo que estuvieron ahí, todo lo que estuvieron en la cirugía, el médico. Yo estuve cuando nosotros estábamos esperando que mi hijo saliera de quirófano, nadie nos avisó que él ya estaba en la sala... él ya estaba muerto y nadie se hizo cargo". Amelia describe una dolorosa escena donde se encontró con su hijo agonizando y pensando que era una reacción a la anestesia, sin que nadie del personal médico le brindara explicaciones.
La madre de Marcelo también relató las dificultades que enfrentaron con la obra social para obtener la autorización de la malla requerida para la cirugía. “Pedían el 20% a él, que si no pagaba la malla no le iban a poder operar”, dijo Amelia, quien tuvo que intervenir para presionar a la obra social. Finalmente, su hijo la tranquilizó diciéndole que lo operarían al día siguiente: "Quedate tranquila, gracias viejita, gracias por venir a estar acá conmigo a pelear por la obra social", recordó.
Respecto al apoyo del gremio y a la indemnización, Amelia denunció la falta de respuesta: "Muy abandonados, muy abandonados. Nadie da respuesta... yo estoy siendo el sostén de su familia, nos ayudamos lo que podemos, ahora tenemos que pagar el abogado".
Además, mencionó que ha sabido de otros casos similares en el mismo sanatorio y hace un llamado a quienes hayan pasado por situaciones parecidas: "Necesitamos hacer ruido, necesitamos salir a la calle porque acá no pasó nada para el sanatorio Fueguino. Ahí no hay preocupación por solucionar la salud, ahí hay preocupación por facturación... Eso es una carnicería que factura".
Finalmente, Amelia insiste en su deseo de conocer la verdad y obtener justicia para su hijo: "No siento que perdemos una batalla, no. Nosotros vamos a seguir, vamos a seguir... hoy comienza nuestra lucha". Amelia espera que las autoridades judiciales no le den "más vueltas" y atiendan su caso, recordándoles que ella es "quien enterró a un hijo", no el sanatorio.
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