Como todos los años, los Bomberos Voluntarios de la ciudad ya están organizando la tradicional salida de Papá Noel a las calles, una actividad destinada a repartir golosinas y llevar alegría a los más pequeños. Para hacer esto posible, han comenzado la recolección de donaciones y habilitado diversos puntos para recibir golosinas. Diego Almaraz, uno de los integrantes del cuerpo de bomberos, brindó detalles sobre esta iniciativa.
“Esta semana empezamos con el pedido de colaboración de los vecinos para poder llegar con las golosinas. Tanto el cuartel como los destacamentos están disponibles para recepcionar donaciones, y también nosotros mismos vamos a estar recibiéndolas. Serán repartidas en víspera de Navidad”, explicó Almaraz.
Cada año, los vecinos se suman con entusiasmo a esta propuesta, algo que desde el cuerpo de bomberos valoran profundamente. “La verdad que en ese sentido estamos muy agradecidos. Arrancamos el lunes y ya el martes recibimos donaciones. Quiero destacar la colaboración de la familia Áñez, que nos donó todas las bolsitas para las golosinas. Nos sorprendieron muchísimo, y ese fue el puntapié inicial para avanzar con esta actividad tan linda”, señaló.
Los vecinos pueden acercarse a colaborar en los siguientes lugares:
Cuartel Central: Libertad y Perón
Destacamento 1: Wonska y Oroski (Margen Sur)
Destacamento 2: Kayen y Pellegrini (Chacra 2)
Destacamento 3: Kaiken y Echeláine
El horario de recepción es de 10 a 22 horas, y se podrán llevar donaciones hasta el 20 de diciembre. “Ese día cerramos la recepción porque el 21, sábado, queremos salir a repartir las golosinas”, confirmó Almaraz.
El objetivo es recorrer el 100% de los barrios, priorizando puntos estratégicos como las plazas principales. Próximamente, se compartirá el recorrido definitivo para que los vecinos sepan cuándo Papá Noel y los bomberos estarán cerca de sus hogares.
El evento no solo alegra a los niños, sino también a los bomberos, quienes disfrutan de una jornada distinta. “La verdad que es una alegría inmensa porque los niños esperan con ansias. Hacemos sonar las sirenas para alertarlos de que estamos llegando, y muchas veces vamos caminando al lado del camión. Llegamos muy cansados, pero felices porque es una actividad muy gratificante. Nos permite salir un poco de nuestra rutina y acercarnos a los vecinos”, destacó Almaraz.
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