
Este 24 de marzo, la ciudad de Río Grande fue escenario de múltiples actividades en el marco del Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. Con una importante convocatoria, la Multisectorial de Derechos Humanos impulsó espacios de reflexión, actos conmemorativos y manifestaciones, en una fecha que invita a no olvidar.
Las acciones comenzaron la noche anterior, el domingo 23, con una vigilia cargada de contenido emotivo y político. La sede de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF), en calle Thorne, fue el punto de encuentro desde las 21 horas. Allí se presentaron artistas locales, se leyeron textos alusivos y se encendieron velas pasadas las 0 horas, en un cierre simbólico que dio inicio al 24 de marzo.
Uno de los momentos más simbólicos de la jornada fue la movilización vespertina. La concentración comenzó a las 17:30 en la esquina de San Martín y Espora, frente al casino de oficiales del BIM 5, un lugar cargado de memoria: desde allí fue asesinada la docente Angélica Rojas Gutiérrez en diciembre de 1982. Luego, la marcha se detuvo frente a la Escuela N°2, donde estudiaba Marcela Andrade, la niña de nueve años que perdió la vida en junio de ese mismo año, víctima de un disparo efectuado por personal del mismo batallón. Finalmente, la columna se dirigió al Espacio para la Memoria, en Belgrano y Mackinlay, donde se realizó el acto central.
En esa instancia, se escucharon voces de familiares de víctimas, ex detenidos durante la dictadura y referentes de distintos sectores. Se leyó el documento elaborado por la Multisectorial, con fuertes críticas al gobierno nacional y al crecimiento de discursos negacionistas. Además, se expresó preocupación por políticas provinciales que, según advirtieron, avanzan en una dirección peligrosa para los derechos adquiridos.
A la mañana, representantes de la Multisectorial participaron de la sesión del Concejo Deliberante, donde ocuparon la banca del vecino. Allí, Soledad Carnebale y Elías Piñeiro leyeron fragmentos del documento que luego se compartiría en el acto, advirtiendo que la defensa de los derechos humanos no es sólo un reclamo del pasado: “También en democracia se vulneran derechos”, afirmaron con contundencia.
Durante sus intervenciones, los oradores subrayaron la importancia de mantener viva la memoria, particularmente en contextos donde se intentan relativizar los crímenes de la dictadura. En ese sentido, recordaron que en Tierra del Fuego también se cometieron delitos aberrantes, y reclamaron la apertura de archivos relacionados con el accionar del BIM 5 y otras fuerzas armadas en la provincia. “No puede seguir existiendo un barrio que lleve el nombre de Carlos Robacio”, señalaron, en alusión al ex comandante del batallón.
La jornada cerró con música en vivo a cargo de músicos de la Banda Municipal, integrantes del SADEM, que aportaron su arte como forma de homenaje. La participación ciudadana, que fue creciendo año tras año, volvió a ratificar el compromiso colectivo con la memoria y la justicia, en una provincia donde aún quedan verdades por esclarecer.
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