Ayer se viralizó un video en el que se ve a un pingüino caminando por las calles del barrio Profesional, muy cerca del mar en Río Grande. Themis Fernández, la persona que filmó el video, compartió su asombro y emoción al ver cómo el pingüino se acercaba a su automóvil. El video ha circulado rápidamente por distintas redes sociales, capturando la atención de la comunidad local y más allá.
En una entrevista Fernández relató los detalles del encuentro: "Vi que estaba la policía y me detuve, no avancé porque no entendía qué estaba pasando. Entonces esperé y de pronto veo algo que se mueve, y cuando amplié la imagen y lo vi, fue una emoción muy fuerte para mí porque vivo nunca había visto ninguno. Siempre había escuchado que en Tierra del Fuego los pingüinos caminan por las calles, y esta vez fue real."
Fernández continuó describiendo la situación: "Me quedé y se acercó a mi vehículo y se quedó ahí quieto. Fue cuando me bajé, le tomé una foto y vi para ver dónde estaba. Estaba el patrullero de lejos, pero cuando regresé, como unos 20 minutos más o menos, ya no estaba. El oficial estaba custodiándolo para que siguiera por la calle y no se desviara hacia la ruta. Mi deducción fue que él se habría comunicado con quien corresponde, tal vez con Defensa Civil, para devolverlo al mar."
Este encuentro inesperado resultó ser especialmente emotivo para Fernández, quien explicó: "Me emocioné muchísimo. En su momento no había filmaciones ni con los celulares, pero sentí la misma emoción que cuando vi las cataratas del Iguazú, la cola de una ballena en Puerto Madryn o el glaciar Perito Moreno por primera vez. Fue muy lindo y es un video viral que está circulando por distintas redes sociales."
Fernández también reflexionó sobre la interacción con el pingüino y la importancia de no interferir con estos animales: "Siempre escuché que no hay que molestarlos, que hay que dejarlos tranquilos, al igual que las focas o los lobos marinos que salen a descansar o porque se desorientaron. Yo lo observé y estaba muy tranquilo. Me llamó la atención su tamaño, medía unos 60 centímetros, y su pico largo. Aleteaba por ratos, pero se quedó ahí, como si se sintiera seguro cerca del vehículo."
La experiencia de Fernández ha resonado con muchos, recordando la importancia de convivir responsablemente con la fauna local. "Para mí fue hermoso. Fue muy lindo ver al pingüino tan cerca y observarlo. No me voy a cansar de decirlo, fue una experiencia muy emocionante," concluyó.
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