
Tras el emotivo funeral de Francisco, la Iglesia Católica inicia su transición hacia una nueva etapa. El Colegio Cardenalicio ya definió la fecha de inicio del esperado cónclave que buscará nombrar al próximo líder espiritual: será el lunes 5 de mayo de 2025.
La confirmación fue realizada por el cardenal irlandés Kevin Farrell, actual camarlengo, quien quedó a cargo temporalmente de la administración de la Santa Sede. De acuerdo a la normativa vaticana, el cónclave debía aguardarse hasta la finalización de los llamados Novediales —nueve días de misas en honor al Papa fallecido—, los cuales concluirán el 4 de mayo.
El proceso se desarrollará, como es tradición, en la histórica Capilla Sixtina del Vaticano, donde 135 cardenales menores de 80 años se reunirán bajo estrictas reglas de secreto y aislamiento. Representantes de 71 países participarán en la elección que definirá al sucesor de San Pedro.
Durante las jornadas del cónclave, los cardenales podrán realizar hasta cuatro votaciones diarias. Para alcanzar la elección, un candidato deberá conseguir el apoyo de al menos dos tercios de los electores. Si no se logra un acuerdo en las primeras rondas, se continuará votando hasta lograr el consenso requerido.
El desarrollo de las votaciones es acompañado de uno de los símbolos más reconocibles de este proceso: la fumata. El humo blanco, visible desde la Plaza San Pedro, anunciará la elección de un nuevo Papa; mientras que el humo negro indicará que todavía no se ha alcanzado un resultado definitivo.
Una vez elegido, el nuevo pontífice asumirá el nombre papal de su elección y saludará a los fieles desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, proclamando ante el mundo el tradicional "Habemus Papam".
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